Les comparto otro comentario que complementa mis posts anteriores sobre los apoyos del G20 y FMI a las economías emerganetes, pero en donde Nora Lustig, colega del Grupo Huatusco, en un post en Global Development,
G-20 And IMF Rhythms: The Problem Is Not The Direction But The Speed, enfatiza el aspecto de la rapidez de resacción, con lo cual coincido.
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Para reactivar la actividad de la economía global, es imprescindible que los países industrializados logren estabilidad de sus mercados financieros y mantengan políticas fiscales y monetarias expansivas. A partir de ello podrá iniciar la recuperación económica y la creación de empleos. Es imperativo fortalecer la coordinación y cooperación internacional para alentar la voluntad y la confianza de los Estados en la ejecución de las acciones que se acuerden.
El fortalecimiento de la coordinación de políticas macroeconómicas y del propio sistema financiero internacional requiere del concurso de las economías más avanzadas y emergentes. Los esfuerzos de las economías emergentes, como la mexicana, no serán suficientes si los desequilibrios de las economías industrializadas no son corregidos.
Afortunadamente para el mundo y la economía global la cumbre del G20 en Londres produjo resultados tangibles y acuerdos de acciones concretas. Se ha dado una respuesta rápida a la crisis económica global, coincidiendo con la urgencia de tomar medidas para apuntalar el crecimiento, el empleo; mejorar la regulación de los mercados financieros; y dar mayor voz a los países emergentes como México. El G20 entiende la actual crisis como global, con solución de igual naturaleza.
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