En declaraciones a la prensa, el Secretario de Hacienda señaló hoy que México esta en recesión!!!, lo que equivale al anuncio "oficial" de esta fase del ciclo económico en nuestro país.
1. A diferencia de Estados Unidos, que considera el comportamiento de distitntas variables claves para declarar una recesión, como lo señalé en este post el 9 de diciembre pasado, en nuestro país se sigue el criterio de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. De hecho, de manera implícita ya lo había señalado la SHCP cuando en su último reporte sugería una contracción de 7% en nuestra economía durante el primer trimestre.
2. A diferencia de Estados Unidos, en donde existe una entidad autónoma encargada de analizar y hacer esta declaración (NBER), en nuestro país esto corresponde aún a la autoridad
3. En ambos países, y de hecho en todos, declarar oficialmente una recesión ocurre sólo después de contar con suficiente información "dura". En Estados Unidos la declaración se hizo en diciembre del 2008 aunque la recesión inició en diciembre del 2007.
5. Esto no quiere decir que exista información preliminar y previsiones econométricas (y algunos por corazonada) que permitan inferiri una alta probabilidad a este evento. Es por eso que afinales del 2008 ya se hablaba de recesión en nuestro país, como lo discutí en este post en diciembre pasado.
6. La pregunta ahora es ¿qué tan profunda y larga será nuestra recesión comparada con el resto del mundo?
3 comentarios:
Buenas tardes, Dr. Creo que el comentario de Carstens sobra. Es algo que se ha venido manejando desde finales del año pasado. Sin embargo, el hecho de que se haya hecho oficial una recesión en estos momentos, me resulta muy oportuno. Considero que la información la están manejando muy bien en los altos mandos. Venimos desgastados anímicamente de escuchar tanto de una epidemia que nos obligó prácticamente a estar encerrados en nuestras casas y a aislarnos del mundo exterior, a no provocar aglomeraciones (entre estas, también se incluyen a las manifestaciones)y a ser aún más hostiles con el trato cotidiano entre los seres humanos, que la declaración es hecha en un momento preciso. Mucha parte de la población está con su "tapabocas" metafórico, así que no habrá mayores escándalos sobre estas declaraciones, a comparación de otras ocasiones.
Con esto no estoy diciendo que la epidemia de la influenza no exista, sino que la información fue manejada de tal manera que lo único de lo que hablamos los seres humanos comunes y corrientes esos días fue de la epidemia ¿Acaso fue lo único que ocurrió durante ese lapso? Creo que hay que revisar las páginas interiores de nuestros periódicos y tener siempre a la mano una lupa, para que otras noticias no se nos vayan de las manos.
Debemos escuchar, leer y ver con mucho cuidado las declaraciones de los políticos en los medios, ya que aprovecharán la situación inoportuna de la influenza para justificar la recesión de la economía, siendo que esta ya estaba desde antes de la epidemia.
La declaración del titular de hacienda se dio en el contexto de una emergencia sanitaria por el brote de influenza. Así, a la emergencia de salud se suma la emergencia económica. ¿Cabría un rediseño institucional en el ámbito económico similar a lo que ocurrió en materia de salud?
El artículo del Dr. Villagómez apunta en un necesario rediseño institucional en el ámbito económico sólo por lo que se refiere a la creación o instrumentación de instituciones y datos que permitan conocer la evolución de la actividad económica. Ese debería ser un primer paso o nivel, en el siguiente se ubica la búsqueda de instrumentos y mecanismos para hacer frente a cualquier contingencia o estado de emergencia, como son la recesión o estanflación.
En materia de salud, del 24 de abril hasta el 10 de mayo atestiguamos cómo todos los esfuerzos del gobierno federal y de los estados se enfocaron en hacer frente a una contingencia sanitaria. Dìa con día conocimos medidas preventivas, correctivas y de prospectiva para atender el asunto de la influenza. Más allá de cualquier valoración respecto a la eficiencia, y eficacia del proceso de toma de decisiones en esta materia, la sociedad pudimos observar el accionar del gobierno en una materia; así, no hubo sector gubernamental ajeno a la búsqueda de sinergias para resolver un problema.
¿Podríamos esperar una situación similar tratándose de la economía? ¿Podríamos observar acciones del gobierno –federal y estatales- que permitan a la sociedad observar y conocer que existe rumbo frente a cualquier tempestad?
El primer dato será, como apunta Villagómez, es contar con instituciones que arrojen datos duros, objetivos e imparciales sobre la evolución económica. Como sociedad, deberíamos ser exigentes para creas instituciones que permitan un mejor manejo de las cifras económicas.
Y si en salud se pudo, en economía deberíamos buscar mecanismos que apunten en esa dirección. Después de todo, el derecho a la vida constituye parte de los derechos fundamentales de las personas y, en el mismo nivel, debería situarse el derecho de las personas para contar con un ambiente económico que permita contar con satisfactores económicos que los ubique por encima de los niveles de pobreza.
Así, la pregunta sobre la profundidad de la recesión podría plantearse en los términos siguientes: ¿contamos con instituciones públicas que podrían crear mecanismos e instrumentos que aligeren la recesión económica?
Buenas tardes: Hay una notoria falta de congruencia aquí que bien tiene su explicación, pues es difícil establecer una postura realista como Secretario de estado, frente a indicadores que reflejan el deterioro económico desde hace ya más de un año. Tal vez lo que se quiere lograr a toda costa es enviar señales de confianza a los mercados, con esto quiero decir que si bien es imposible tapar el sol con un dedo con respecto a los indicadores que obtenemos del INEGI y de la SCHP, la postura como actor gobernante debe de ser aquella que llame a la confianza; a esto se le ha denominado "optimismo" económico o político, pero finalmente si el resultado (lo observado) será el mismo, entonces es más conveniente impulsar la confianza, que generar falta de esta.
Publicar un comentario