Mi amigo Tapen Sinha del ITAM ha publicado un interesante artículo (rápido!!!) con su visión sobre las lecciones de la actual epidemia, dando seguimiento a un libro que sobre el tema publicó hace poco tiempo. El artículo se llama Chronicle of a Pandemic Foretold: Lessons from the 2009 Influenza Epidemic y a continuación reproduzco el abstract
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The A(H1N1) influenza epidemic provided the first indication of the effectiveness of the pandemic preparations that countries and international organizations initiated in the wake of the 2003 SARS epidemic. In the case of SARS, China was criticized for not reporting the outbreak quickly enough. This led to new reporting requirements under WHO regulations. In the case of the 2009 influenza epidemic, Mexico and the United States complied with their obligations to report outbreaks to the WHO as soon as they detected a problem. Nevertheless, this reporting was delayed due to the timing of the outbreak, which coincided with regular influenza season. The WHO declared a public health emergency of international concern within 48 hours of laboratory confirmation that the Mexican and US viruses were a new strain. While the WHO issued recommendations against trade and travel restrictions, a significant number of countries chose to ignore those recommendations. What was most worrying was the decision of many countries to apply more severe restrictions against Mexico than against the United States. The initial lack of access to accurate testing equipment severely hampered Mexico’s ability to confirm quickly the cause of deaths and illness. Moreover, Mexico kept the world informed of every development in the epidemic with honesty and transparency, in accordance with WHO guidelines and regulations. This led to the perception that Mexico’s epidemic was far worse than the US epidemic. While Mexico initially reported suspected cases on a daily basis, the United States limited its release of information to confirmed cases. This reinforced the perception that Mexico was much more seriously affected and the likely point of origin. Once Mexico had the capacity to test samples, it limited its release of information to confirmed cases, as the United States had done from the beginning. The response of many countries to Mexico’s open and transparent reporting in this case may undermine WHO reporting requirements and encourage countries to be less open regarding future public health threats of international concern. Thus, the response of some countries to Mexico’s exemplary handling of this situation may increase the health risks to all people in future pandemics.
The A(H1N1) influenza epidemic provided the first indication of the effectiveness of the pandemic preparations that countries and international organizations initiated in the wake of the 2003 SARS epidemic. In the case of SARS, China was criticized for not reporting the outbreak quickly enough. This led to new reporting requirements under WHO regulations. In the case of the 2009 influenza epidemic, Mexico and the United States complied with their obligations to report outbreaks to the WHO as soon as they detected a problem. Nevertheless, this reporting was delayed due to the timing of the outbreak, which coincided with regular influenza season. The WHO declared a public health emergency of international concern within 48 hours of laboratory confirmation that the Mexican and US viruses were a new strain. While the WHO issued recommendations against trade and travel restrictions, a significant number of countries chose to ignore those recommendations. What was most worrying was the decision of many countries to apply more severe restrictions against Mexico than against the United States. The initial lack of access to accurate testing equipment severely hampered Mexico’s ability to confirm quickly the cause of deaths and illness. Moreover, Mexico kept the world informed of every development in the epidemic with honesty and transparency, in accordance with WHO guidelines and regulations. This led to the perception that Mexico’s epidemic was far worse than the US epidemic. While Mexico initially reported suspected cases on a daily basis, the United States limited its release of information to confirmed cases. This reinforced the perception that Mexico was much more seriously affected and the likely point of origin. Once Mexico had the capacity to test samples, it limited its release of information to confirmed cases, as the United States had done from the beginning. The response of many countries to Mexico’s open and transparent reporting in this case may undermine WHO reporting requirements and encourage countries to be less open regarding future public health threats of international concern. Thus, the response of some countries to Mexico’s exemplary handling of this situation may increase the health risks to all people in future pandemics.
Muy interesante.... felicidades!
4 comentarios:
El autor hace referencia a las causas que ocasionaron que México sufriera más restricciones que Estados Unidos por parte de otros países. El comportamiento de los gobiernos de China y Argentina (por mencionar algunos), me pareció deplorable. La razón está en que México habló de manera transparente conforme a los parámetros establecidos por la OMS (indicando muertes, sospechosos y confirmados); EUA se avocó a los casos confirmados, lo que hizo que ante los ojos del mundo México fuera el principal foco de infección. Sin embargo, hoy en día los casos estadounidenses son mucho mayores que los mexicanos. Considero que el manejo de la situación por parte del gobierno federal fue buena, el secretario de salud jugó un buen papel y desde mi punto de vista si se lanzó la alerta en el momento preciso, no se podía anticipar a afirmar algo tan deliciado sin pruebas contundentes. Las medidas tomadas fueron efectivas. Además, sería bueno que los mexicanos (ciudadanos, empresarios y gobierno) adoptarán las medidas de higiene, como lavarse las manos constantemente y utilizar gel antibacterial, siempre y en todos lugares.
Realmente es algo insólito. Se adoptó un protocolo para que los países reporten cualquier anormalidad en los casos de gripe en sus respectivos territorios, luego sucede que en México se detecta dicha anormalidad y conforme al protocolo lo hace público y de conocimiento de la OMS. El protocolo interno indica la alerta nacional y la adopción de medidas de contingencia. Todo esto muy bien, sin embargo, el resultado fue: Un cerco fuerte a la epidemia, minimizando sus posibles consecuencias negativas, por una parte, y por la otra, agravando una situación económica de por sí ya seria. Qué hacer? El protocolo de la OMS indica que sobre la posible interrupción de la actividad económica está la salud pública. Pues sin esta no podría haber actividad económica futura! "as simple as that".... Pero con esta epidemia, se ha revelado la fuerza que tiene la OMS a nivel mundial, O como creen ustedes que los países que cancelaron los viajes a y de México responderían en el caso de una epidemia en sus propios territorios? Lo darían a conocer? Lo hizo Argentina en su reciente epidemia del "Dengue"? Creo que hay que revisar el protocolo epidemiológico de la OMS e implementar sanciones a los países que no lo observen a cabalidad.
Los efectos económicos de la influenza H1N1 en México han sido muy grandes: pérdidas en el comercio, industria, turismo, despidos etc., a tal grado que hoy se habla de un plan nacional de rescate.
El artículo rescata la idea de que en un mundo globalizado, la imagen de un país es muy importante, sin embargo en este caso la transparencia no creó buenos resultados. La forma en la que actuó el gobierno fue acertada, puesto que si no se hubieran tomado estas medidas, los costos hubieran sido mucho más altos.
Una de las grandes lecciones que nos ha dejado el brote de la influenza AH1N1, es que el como bien lo señaló en su momento Thomas Friedman: "La Tierra es Plana": La globalización y el desarollo teconológico, hacen que la información se reciba en tiempo real y que los efectos de esta sean cada vez más rápidos y de mayor impacto.
En este contexto, el brote obligó a cumlir con los proctocolos de la OMS, pero también implicó que el resto del mundo tomara medidas en mucho casos extremas respecto a México. Estas, tuvieron serio impacto, especialmente en la economía y en la política externa. Sectores como el de turismo estan enfrentando las pérdidas más grandes de los últimos 30 años, y países como Haití (país mas pobre de la región) rechazaron ayuda humanitaria proveniente México.
La transparencia, efectividad y seriedad con la que el Gobierno Federal abordo el tema, fueron contraproducentes en términos económicos. ¿Fue buena la acción del Gobierno?, fue efectiva y seria, pero muy posiblemente apresurada porque no se midieron el riesgo que implicaba en el entorno global.
Es un hecho que Estados Unidos ha presentado más casos y parece estar comprobado que son el foco inicial de la epidemia. No obstante, ha logrado mandar un mensaje de mayor tranquilidad sin sacrifiocar la imagen de estar activos frente al problema.
Aunque resulta es claro que un enfrentamiento comercial con México y con Estados Unidos es diferente, debemos de asumir que se pudo medir mejor el riesgo sin sacrificar la transparencia. Y con riesgo me refiero a los impactos económicos de la influeza, porque como mencionaba la principio, el mundo es más rápido, la economía también y la forma en la que la información.
Como bien lo mencionaba Gregorio Canales, para países como Argentina resultó interesante como medida política ante una crisis de legitimidad del gobierno local. Aun y cuando la epidemia de Dengue les ha impactado más.
Para todos deja una lección importante, las crisis deben de ser atendidas con eficiencia y rapidez, pero se debe medir el riesgos asociadios a estas.
Por pultimo señalo que no pudo ser más indeseable el escenario del virus AH1N1: Recesión económico mundial con serios impactos domésticos.
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