viernes, 6 de marzo de 2009

¿Legalizar las Drogas?

El asunto de la legalización de las drogas no es nuevo. Hace mucho tiempo que se discute, pero si llama la atención que una Comisión de alto nivel (en la que participa el ex presidente Zedillo) haya traído de nueva cuenta el punto.
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Como muchos lo saben, existen deszde hace décadas varios argumentos económicos que sustenta el por qué legalizar. En un posto reciente en Carpiem Diem, señala dos artículos de The Economist que argumentan en este sentido... uno de 1989 y uno de 2009... veinte años después
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En el artículo How to stop the drug wars, del 5 de marzo señala entre otras cosas...
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Legalisation would not only drive away the gangsters; it would transform drugs from a law-and-order problem into a public-health problem, which is how they ought to be treated. Governments would tax and regulate the drug trade, and use the funds raised (and the billions saved on law-enforcement) to educate the public about the risks of drug-taking and to treat addiction. The sale of drugs to minors should remain banned. Different drugs would command different levels of taxation and regulation. This system would be fiddly and imperfect, requiring constant monitoring and hard-to-measure trade-offs. Post-tax prices should be set at a level that would strike a balance between damping down use on the one hand, and discouraging a black market and the desperate acts of theft and prostitution to which addicts now resort to feed their habits.
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Por su parte, el artículo de 1989 Hooked on just saying no, señala
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Men and (rather fewer) women have since the start of recorded time put enemies in their mouths to steal away their brains. Two main drugs are common in western societies: tobacco and alcohol. Wise rulers seek to limit the damage, not to ban them. Governments insist that the makers tell the public how bad for them the stuff is, restrict advertising, increase taxes, regulate sales. These policies work. Warned, people are getting wiser, smoking less, drinking more prudently. Most people who kill themselves with tobacco or booze do so knowing the risks; many more enjoy these drugs in moderation
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También existe una discusión muy interesante en el libro Freakonomics de Steven Levitt y Dubner con argumentos económicos sobre incentivos.... (pueden visitar su Blog por cierto, con el mismo nombre)
Lo que probablemente sea un argumento central en contra (si así se puede decir) es que para que funcione de manera adecuada esta acción, debe tomarse de manera global....
En todo caso esta es una discusión que se mantiene sobre la mesa

12 comentarios:

Fernando N. dijo...

Estoy completamente de acuerdo con el reciente artículo de The Economist. Una vez más, esta revista sobresale por sus análisis de 360 grados que hace con respecto a diversos temas. Se ha perdido mucho tiempo, dinero y vidas en una aparente solución única al problema de las drogas. Se ha visto que no ha funcionado. Es tiempo de tomar el otro camino que nunca se ha contemplado, el de la legalización, para ver que resulta de él. Al menos, como todo lo indica, no sera igual o peor que el de la prohibición a los narcóticos, sino que al menos algo mejor, y repito, al menos. Es tiempo de que se aborde este tema en su totalidad y sin tabús.

Anónimo dijo...

Yo creo que si una legalización de las drogas no va acompañada con una educación en cuanto al consumo de estas y sus repercusiones en la salud a corto y largo plazo, así como las repercusiones sociales que genera tener jóvenes y adultos adictos, la legalización probablemente será una puerta a que se genere mayor consumo. Se escucha factible la legalización desde el punto de vista de abaratarlo y conseguir impuestos de este, pero creo que definitivamente, con el grado de conciencia que existe en nuestro país, puede ser un arma de doble filo. Yo creo que primero hay que educar en serio a la sociedad al respecto y luego la legalización.

Anónimo dijo...

Dejando de lado discusiones morales, la legalización de las drogas desde el punto de vista económico puede representar ventajas comparativas para países en vías de desarrollo, que no solo provienen de sus recursos naturales, sino de la reputación, y de un negocio, que aunque ilegal, esta organizado.
Esto implicaría un importante flujo de capitales hacia ellos, que en general son fuente de producción, pero no principales fuentes de consumo, lo que significa que recibirían buena parte de los rendimientos sin tener que hacer grandes inversiones en salud pública.
Ahora bien, efectivamente no se pueden dejar de lado discusiones morales, y mucho menos se puede dejar de lado que el control del negocio de la droga no estaría en las grandes potencias económicas, y que tan riesgoso podría ser que Colombia, por ejemplo, se convierta en el exportador de un producto con un mercado con tantos consumidores?

Anónimo dijo...

Honestamente, no me imagino reflejado el concepto de drogas en la cuenta nacional o como parte del Producto Interno Bruto. Considero que nuestro país aún no se encuentra preparado. A pesar de los argumentos a favor (desaparición del mercado negro de drogas, precio más bajo, mejor calidad del producto, entre otros), pienso que los narcotraficantes seguirán buscando la manera de darle la vuelta a la ley para que sus utilidades sean mayores.

Belleranis dijo...

Estoy de acuerdo con la legalización de las drogas como medida de control. Es una empresa muy lucrativa sobre la cual debería existir recaudación de impuestos. El estado tiene el monopolio sobre la fuerza, no sobre el libre albedrío de las personas. Si ese fuera el caso, entonces deberían estar metidos en las casas de cada individuo asegurando que no exista un suicidio, abuso sexual, maltratos físicos, negligencia de menores, etc. ¿Cuáles son las bases para hacer ilegales las drogas y gastar tanto dinero en ese rubro y no en el bienestar del ciudadano en otros aspectos. Es como el puente peatonal. ¿Cuánto se gastan en movilizar las herramientas y la mano de obra para colocar los puentes peatonales? Acaso no sería más eficiente realizar un par de campañas para enseñar cómo se debe cruzar la calle, en qué puntos, etc.? Con los puentes peatonales le damos la preferencia al automovilista. ¿No debe ser al revés? Acaso no sería económicamente viable que el peatón tuviera el derecho al paso, porque así existirían menos accidentes… menos choques significa menos obstrucciones y más personas llegan a su trabajo a tiempo. La cuestión de las drogas es igual. Si legalizas las drogas las personas que consumen tienen una presión menos. Hipotéticamente, muchas más personas probarían las drogas porque estarían a su alcance y el caos irrumpiría, pero llegaría el punto de equilibrio en el que los seres humanos se vuelven responsables de sus acciones o son marginados (pierden sus trabajos, familias, etc), el costo beneficio de tomar drogas no sale a cuenta. Al mismo tiempo se invierten los impuestos recaudados de la venta legal de las drogas en programas de concientización y prevención, creando así una nueva generación de ciudadanos que está más capacitado para decirle no a las drogas. También se elimina el aspecto del crimen organizado entorno a las drogas lo cual es un beneficio para la sociedad en general.
Es un planteamiento interesante, no obstante la política de “cero-tolerancia” de los Estados Unidos es aplicada en México debido a presiones políticas y económicas; sin embargo no se hace valer con la misma fuerza que está escrita. Por ejemplo en la lucha contra la trata de personas (a.k.a. explotación sexual comercial, laboral, etc), México es catalogado como un país de nivel dos (http://www.state.gov/g/tip/rls/tiprpt/2008/105383.htm), el año pasado estaba catalogado en la lista de observación de nivel dos. Esto cambió porque se creó una ley contra la trata de personas, pero no se han asignado recursos significativos para la prevención, protección y procesamiento legal. Aprovechando esta escapatoria, el gobierno de México podría encontrar una escapatoria legal para hacer funcionar la legalización de drogas. De otra forma, tendría que replantear su política exterior de facto.

Anónimo dijo...

Legalizar las drogas no quiere decir que automàticamente TODAS las personas corran a comprarlas. En un plano econòmico se podrìa argumentar que es cuestiòn de preferencias. Aquellos individuos a los cuales no les represente ninguna utilidad consumir una sustancia psicotròpica seràn completamente insensibles ante un cambio en su precio. Sin embargo, considero que como medida recaudatoria serìa bastante compleja y podrìa llevar a vacios legales que el narcotràfico aprovecharìa. ¿A quièn se le impondrìa el impuesto, al productor, al consumidor o ambos? En el caso extremo de que ambos sean objetivo de la recaudaciòn, el precio de la droga serìa fijado por el Estado con la finalidad de suprimir el mercado negro, pero si este fuera mayor al que el narcotràfico estè dispuesto a vender, seguirìa habiendo incentivos para el mercado negro. Bien, podrìan coludirse los càrteles con el gobierno para fijar un precio màs alto para mantener la misma renta antes de la legalizaciòn. En ùltima instancia, el ùnico beneficio que llego a dislumbrar, es el control de calidad de la droga.

Estoy completamente en desacuerdo con la publicaciòn pues el intento en Mèxico para educar por medio de campañas no ha sido exitoso. ¿Acaso han funcionado las campañas para no conducir en estado de ebriedad? En las pasadas festividades se rompiò record de ocupaciòn en el torito, ¿Piraterìa? ¿Corrupciòn? ¿Hàbitos alimenticios?. Recaudar para hacer campañas de prevenciòn no creo que sea prioritario en la agenda nacional, lo entenderìa si fuera para combatir la pobreza y reducir la brecha de desigualdad social.

Por motivos anteriormente citados, no considero viable la legalizaciòn de la droga, no al menos hasta tener evidencia cientìfica contundente que nos deje entrever algun tipo correlaciòn entre recaudaciòn fiscal, legalizaciòn de drogas, consumo de las mismas y nùmero de actos o crìmenes con violencia.

En cuanto al comentario de Cinthia Juàrez, el narcotràfico ya se encuentra incluido en nuestra balanza de pagos, al menos indirectamente asì que tampoco hay que asustarnos.

Anónimo dijo...

El tema de las drogas siempre es un tema controversial, sobre todo si se habla de su legalización. Si esto ocurriera, analizándolo desde el plano económico, un gran flujo de dinero se volvería legal, por lo que se podrían obtener impuestos de el, que podrían ser aprovechados para obras públicas, etcétera. Por otra parte, disminuiría la inseguridad generada por los cárteles, que no solo daña a nuestro país a nivel doméstico, debido al gasto que hace el gobierno tratando de combatirlos, sino a nivel internacional frenando la inversión extranjera directa.

Sin embargo, creo que la realidad es otra y la legalización de las drogas está muy lejos de realizarse. Actualmente, aunque las drogas no están legalizadas existen muchos consumidores y en caso de que se legalizaran un gran número de personas iniciarían o incrementarían su consumo, por lo que la educación en este aspecto tendría que cambiar creando mayor conciencia y responsabilidad.

Cosette G.P.

Gabriela Cortés dijo...

Creo que éste tema tiene muchas vertientes no solo la legal, implica temas económicos, de salud pública, social y educación.
Durante varios años se han llevado a cabo campañas de diferentes magnitudes que han tenido como objetivo prevenir las adicciones a las dogas, sin embargo tan sólo en los últimos seis años el número de adictos en México se incrementó en 51 por ciento, al pasar de 158 mil en 2002 a 307 mil en 2008, por lo que podemos ver que las campañas no han tenido el éxito esperado, el adicto que consume droga la va a seguir consumiendo
En cuanto al tema recaudatorio, quien pagaría el impuesto? dónde se vendería la droga? Qué tipo de regulación tendía que imponer el estado para restringir el consumo, si las regulaciones impuestas para el consumo del alcohol no han sido lo suficientes y la primera causa de muerte por accidentes automovilísticos es el abuso del alcohol.
Por otro lado me queda claro que un adicto consigue la droga dónde sea, y el que no tiene dinero para comprarla la roba, lo que aumentaría la criminalidad.
Por lo anterior expuesto considero que la ante la realidad que vive México la opción de legalizar las drogas no favorable para México en ningún aspecto.

Anónimo dijo...

La iniciativa Mérida es un primer avance de lo que se puede hacer cuando los dos principales países involucrados se comprometen a trabajar en un mismo sentido, uno productor y de tránsito que es el nuestro y otro consumidor, aunque ya también estamos siendo catalogados como un país consumidor.

Considero que para que realmente funcione, los Estados Unidos deben de cumplir con su parte del pacto y con un compromiso real de educación y programas contra las adicciones. De que sirve que en México se legalicen las drogas si tenemos en el vecino el principal consumidor a nivel mundial?

No es la legalización una solución viable para nuestro país, máxime que no contamos con las medidas que forzosamente tendrían que ser aplicadas en forma aparejada como la educación, la salud, sistemas de rehabilitación, mecanismos económicos que permitan reactivar los ingresos que provienen de la venta ilegal de estupefacientes, etc

Existen en el Congreso iniciativas presidenciales que no han sido revisadas y que contienen importantes avances en materia de coordinación policiaca, coordinación de los diferentes niveles de gobierno para evitar la mala distribución de competencias que impiden la rápida respuesta de autoridades locales y federales, el dominio de bienes, etc.

Es mediante esta lucha frontal al narco que se puede avanzar y no legalizando drogas que enfermen a la niñez y a la juventud mexicana.

Anónimo dijo...

Económicamente hablando, estoy seguro que sería sumamente benéfico para la economía de un país, y más si se trata de los países proveedores; suponiendo un ejemplo, en México el comercio informal, en específico el tráfico de drogas, no se registra en el PIB. Como se sabe, el mercado de las drogas es muy rentable y deja mucho dinero; si el gobierno pudiera tener un poco de control se registrarían entradas importantes al país. Sin embargo, no se puede asegurar que al legalizarse y transformarse en un producto comercial, con sus impuestos y demás, el consumo se mantenga, quizá disminuya, aunque honestamente no lo creo.
En el aspecto moral o de salud las cosas cambian drásticamente; evidentemente habrá miles de millones que protestarán en contra ya que efectivamente es perjudicial, pero como lo indica el artículo de 1989, lo mismo se pensó con el alcohol y el tabaco, y hasta la fecha la gente abusa o no de esas “drogas” lo hace por propia convicción. Quizá al ser legalizadas, la gente podría hacer más consciencia y reducir su consumo o no sé, pero creo definitivamente que los que son realmente consumidores los serán con o sin drogas legalizadas.
Lo que si creo es que podría ser bueno para un país; así, los cárteles ya no representarían un problema, se registrarían las entradas del mercado de las drogas que darían mayor presupuesto al país, y se daría la libertad “legal” a los consumidores de probarlas o no sin que esto represente un delito. Ya que como lo comenté antes, los gustos de la gente no se determinan por cuestiones legales.

Anónimo dijo...

El tema de legalizar las drogas en nuestro país es muy delicado. Tenemos malas experiencias reformando leyes porque se ha visto que siempre quedan lagunas que usan para sacar ventaja. No se puede lidiar con los narcotraficantes, me parece impensable que ellos quieran dejar este negocio tan fructífero para ellos y pasárselo al gobierno. Ya lo dice la revista Forbes: el Chapo Guzmán tiene una fortuna de más de mil millones de dólares ¿dejará él y los demás capos de percibir esos ingresos por la legalización de la droga? Estoy seguro que no.
Económicamente sería un mercado muy productivo para el país, en el periódico El Unversal del miércoles 11 de marzo hay una nota que menciona que los cárteles mueven 25 mil millones de dólares y da empleo a 450 mil personas. Una industria muy productiva que beneficiaría al país si se legalizara, pero repito, dudo que los cárteles se dejen.
Además de eso está el hecho de que también para esto dependemos de Estados Unidos, se podrá legalizar en México, pero si allá no se hace lo mismo, no funcionará.

Ma.Dolores Flores G dijo...

Este tema resultará siempre polémico, y aunque algunos consideren que la legalización es la solución para la erradicación de la violencia generada por los cárteles, además de la diminución de las adicciones, considero que no es así, pues resulta importante reconocer que las posturas tomadas tanto por el gobierno mexicano como por el norteamericano, realmente no son de erradicación de los cárteles ni del tráfico de drogas, sino más bien un control de estos y en consecuencia de la violencia que estos generan, tal es caso de los países bajos, donde muchos alguna vez creímos que se encontraba legalizado el consumo de drogas, pero no es así, simplemente existe una "tolerancia" al consumo de drogras "suaves", que no incluyen a la heroína ni cocaína, catalogadas como "duras", por el grado de afectación a la salud,siendo únicamente tolerado y de forma restrictiva el consumo de marihuana y hachis, en locales específicos , establecidos de forma explícita en las políticas holandesas donde se expresan que la razón de estas políticas fue, para disminuir los altos índices de violencia que se habían desplegado previamente a la aprobación de esta política de tolerancia, además de brindar protección tanto a la comunidad en general como a los adictos, pero no por ello se ha dejado de considerar como ilegal el consumo, tráfico y producción de drogas, además de un problema de salud pública, y un generador de gasto para el gobierno como parte de los tratamientos de rehabilitación, y son estos aspectos los que considero que no son conocidos. Son estos aspectos, y el caso particular de holanda, al que tanto aluden los que piden la legalización, para estudiar el caso mexicano, y tomar una determinación al respecto.
Creo que sería de utilidad, la información contenida en:
Drug policies in the Netherlands
http://www.minvws.nl/en/folders/vgp/2009/drug-policies-in-the-netherlands.asp