Jeff Frankel tiene un interesante comentario en su Blog Achieving Long-Term Fiscal Discipline: A Lesson from Chile en donde básicamente opina favorablemente del manejo de política fiscal en Chile en los últimos años que les permitió un mayor margen contracíclico en esta crisis y que se muestra en los índices de popularidad de Bachelet y Velasco. Enfatiza tanto la regla de presupuesto estructural, así como el manejo de su fondo de estabilización de los ingresos del cobre.
Desde el 2004 yo estuve escribiendo en mi columna del Universal, Tintero Económico, así como en diversos foros y conferencias sobre la importancia de que en México nos moviéramos a reglas similares. Incluso mi agenda académica estuvo enfocada a estos aspecto lo que se muestra en los artículos que publiqué en el 2007 (lo que refleja trabajo de varios meses previos) sobre déficit estructural en México (con Jerónimo Pastor) y sobre el diseño y manejo de fondos de estabilización (con Alejandro Castañeda del Colmex). Por desgracia, para mis colegas de Hacienda esas opiniones son poco relevantes y les cuesta mucho trabajo salirse del manual y del guión convencional. Probablemente ahora podríamos hablar de nuestra economía en los mismos términos que de Chile, pero no. En cambio, como acaba de señalar el Presidente en Japón, tenemos que aceptar que nuestra economía fue de las más afectadas en esta crisis y que poco pudimos hacer en términos contracíclicos.