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Estas notas son reflexiones (no muy ordenadas) sobre el reciente rescate de la economía chipriota por parte de la Unión Europea. Algunas de las causas que llevaron a requerir un rescate ya han sido descritas brevemente aquí y aquí y por lo tanto no las discutiré más a profundidad.
Los términos del rescate
Tras una semana de agonía sobre los términos del rescate, el Eurogrupo y el Gobierno de Chipre llegaron a un acuerdo sobre las condiciones de dicho apoyo. En resumen, la UE dará un apoyo a Chipre por hasta €10 mil millones (aprox. 56% del PIB Chipriota) mientras que la isla tendrá que obtener fondos adicionales (cerca de €7 mil millones) por fuentes propias, que incluyen primordialmente una quita a depósitos bancarios superiores a los €100 mil en los dos principales bancos del país, además de medidas de austeridad que incluyen privatizaciones, recortes en gasto público, auditorías para controlar lavado de dinero y aumento a impuestos corporativos y sobre intereses financieros.
Desde un principio las autoridades de la isla (recién electas) estaban dispuestas a aceptar fuertes medidas de austeridad para obtener un rescate mayor. Inclusive se sugería garantizar el pago de dicha deuda con los ingresos futuros de la explotación de cuantiosas reservas gasíferas recién descubiertas. La meta era evitar a toda costa dos escenarios: 1) salida de la Eurozona, y 2) quitas a los depositantes en bancos chipriotas. Ambas medidas se consideraban desastrosas para la economía del pequeño país mediterráneo y las autoridades locales estaban dispuestas a ceder bastante con tal de evitarlas. Como bien sabemos, los recortes a depositantes no pudieron ser evitados y la permanencia en la Eurozona, si bien se logró en el corto plazo, aún queda en entredicho.
La negativa europea (primordialmente alemana) y del FMI de dar un apoyo mayor a Chipre y la insistencia en un recorte severo a depositantes (varios de ellos oligarcas rusos) no se debe tanto a un imperante económico, sino a una jugada política.
Por el lado económico, la solución adoptada no era la única en la mesa porque el apoyo que solicitaba la isla era bastante pequeño en comparación con otros rescates de la Eurozona (aquí un comparativo regional), además hubiera estado garantizado por los recursos gasíferos futuros, por lo que la deuda hubiera sido sustentable, y como se mencionó anteriormente, había margen de negociación para pedir severos ajustes por parte de la isla. Por otro lado el hipertrofiado sector financiero de la isla se pudo haber reducido usando otros medios como impuestos a intereses bancarios y a transacciones financieras, así como regulaciones más estrictas, de modo que se diese una reducción gradual del mismo y no de la noche a la mañana.
Los motivos políticos detrás de la medida ya han sido analizados extensivamente en la prensa (e.g. aquí) e incluyen las próximas elecciones en Alemania y el deseo de los países del “Norte de Europa” de mandar un mensaje de que ya no van a colaborar tan fácilmente en el rescate de otros miembros de la Eurozona en problemas.
Las consecuencias del rescate
Para Chipre las consecuencias del rescate serán desastrosas. La economía chipriota depende en un 80% de servicios, primordialmente financieros y turísticos. Al hacer una quita mayor a los depositantes se le da un golpe irreversible al sector más importante de la economía, y con ello se augura una severa y dolorosa depresión.
Al momento de escribir estas líneas se habla que los ahorradores en el banco más grande de Chipre sufrirán pérdidas de entre 40 y 60% sobre el saldo remanente por encima de los €100 mil (depósitos menores a esta suma no serán afectados); mientras que depositantes en el segundo banco más importante (el cual desaparece por problemas de viabilidad financiera) tendrán pérdidas que podrían alcanzar el 80% de sus depósitos por encima de los €100mil.
Ante la reapertura de los bancos el público reaccionó con calma, pero cabe recordar que hay fuertes controles de capital, que en cuanto sean levantados, traerán consigo una subsecuente fuga de capitales.[1]
Ciertamente los recortes impuestos traen pérdidas a grandes depositantes (rusos o no) que buscaban jugosas tasas de interés en Chipre,[2] pero también tendrán un fuerte impacto negativo sobre las empresas que de la noche a la mañana vieron su capital financiero pulverizado.
Se estima que el PIB podría tener una contracción de entre 10 y 25% y que el desempleo podría alcanzar niveles entre el 20 y 25%. Aunque a decir verdad, estas estimaciones son tentativas dado la naturaleza excepcional del rescate chipriota.
¿Salirse de la Eurozona?
Ante tan severos
costos se ha sugerido que Chipre estaría mejor fuera de la Eurozona.[3]
Quienes esto sugieren piensan que un retorno a una Lira chipriota devaluada
permitiría que el sector turístico y otras exportaciones crecieran haciendo la
recesión venidera menos severa.El problema con este argumento es doble. Por un lado el sector turístico está ocupado casi a capacidad plena, por lo cual, ni siquiera con inversiones adicionales, se puede esperar un gran crecimiento por esta vía. Por otro lado, Chipre es un país primordialmente importador de bienes manufacturados y de energéticos. La producción alimenticia es muy pequeña y sólo da para cubrir las necesidades más básicas de la población local. Todos los demás productos, y en especial el combustible se tendrían que importar, por lo cual la depresión que se viviría sería aún más profunda.
Hasta que no se cuente con otro producto de exportación, como el gas natural, la salida de la Eurozona parece la peor opción.
El rescate chipriota: ¿Un modelo a seguir o una
excepción?
La ruta adoptada
para el rescate chipriota ha abierto un serio debate sobre si éste es un modelo
a seguir para otros países. No sólo hay opiniones encontradas entre analistas
económicos, sino también entre altos miembros del Eurogrupo mismo. Por un lado parece poco probable que la UE esté dispuesta a adoptar una medida tan drástica en países más grandes como España o Italia, por riesgo a un contagio financiero a través del continente. Sin embargo, no es imposible que en países más pequeños se busque una solución parecida a la chipriota ante un próximo rescate. La amenaza está en la mesa, falta ver si se cumple o no.
El futuro de Chipre
A todas luces el
modelo económico chipriota, que descansaba en buena medida en un sector
financiero demasiado grande para el tamaño de la isla, no era viable en el largo
plazo. Como se mencionó anteriormente, el turismo puede repuntar un poco, pero
no será éste el sector que de la salida de la crisis.El país cuenta con enormes reservas gasíferas que se estima serán explotables en 7 años aproximadamente. Esto será una fuente importante de ingresos para el gobierno y la economía en general, aunque posiblemente no sea un generador sustancial de empleos. De cualquier manera, Chipre debe aprender de sus errores y no convertirse ahora en una economía dependiente de un recurso natural.
La población chipriota es altamente educada y puede insertarse en la provisión de servicios profesionales a empresas con miras a atender mercados europeos y del Medio Oriente. Habrá que buscar los incentivos adicionales a ofrecer a la inversión productiva en la isla, y queda el reto de buscar nichos económicos que explotar con esta ventaja comparativa. La historia de la isla ha estado llena de reveses y ciertamente esta crisis será superada. Esperemos que esta recuperación no tarde demasiado en llegar.
Robert Duval Hernández. Tsadha, Chipre, 31 de Marzo de 2013.
[1] Es importante resaltar que la medida draconiana de recorte a depositantes
en bancos chipriotas no se aplicó en las sucursales chipriotas en el exterior.
Con ello se evitó un contagio del pánico financiero a través del continente, a
costa de hacerle pagar a los depositantes en Chipre un sobre-costo
extraordinario.
[2] La prensa ha enfatizado la evasión de impuestos y el lavado de dinero por
parte de capitales rusos. Si bien esto es en parte cierto, también hay otras explicaciones de por qué tantas empresas rusas operaban
desde Chipre. Aquí dos potenciales explicaciones de por qué Rusia
decidió no intervenir al final del día en el rescate chipriota.