miércoles, 30 de marzo de 2011

El Sector Automotriz Global y Japón

Aquí se puede acceder a mi columna Tintero Económico, que se publica hoy en el Universal

32 comentarios:

Unknown dijo...

A pesar de que es un tema que trae mucha incertidumbre sobre como se reajustará el mercado de automóviles,concuerdo contigo en que es una ventana de oportunidades para la industria automotriz en nuestro país, sin embargo se debe actuar rápido antes de que esta ventana se cierre.

Anónimo dijo...

Tal vez los japoneses se verán obligados a delocalizar su producción. En general a países baratos pues enfrentan un serio problema económico con la crisis nuclear. No creo que México se beneficie demasiado de esto , a menos que importe alta tecnología de otros países.
Karla González

Anónimo dijo...

Como mencionas, las consecuencias del desastre en Japón aún no culminan. La industria automotriz japonesa es una de las más importantes al rededor de mundo, siendo su principal característica la alta tecnología con la que se produce (por ejemplo, de acuerdo a TheStreet, 6 de los 10 autos de 2010 con mayor eficiencia en consumo/recorrido son japoneses). Dado los altos niveles de globalización, no es de sorprender que este impacto negativo haya afectado el mercado mundial. Sin embargo, las oportunidades que México pueda tener en este aspecto va a depender de la rapidez con la que la industria mexicana pueda adaptarse a la demanda mundial, sujeta a su infraestructura y tecnologías.

Hegel R

Anónimo dijo...

Sin duda alguna, el desastre nipón impacta considerablemente el mercado de auto partes, ensambladoras y fábricas no sólo en Japón sino en todo el mundo. Comparto la idea de que este desastre puede representar una ventana de oportunidad para el empresariado mexicano, es fundamental aprovechar estos escenarios para aumentar la participación de nuestra economía en el mundo y ser más competitivos. En relación con la caída de la oferta automotriz en Estados Unidos, el incremento de los precios de los automóviles como respuesta a la contracción de producción de este producto resulta altamente perjudicial para las empresas norteamericanas, ya que éstas no podrán regresar a niveles óptimos previo a la crisis del 2008. Ya ni hablar del incremento del desempleo en el país vecino, los cual podría generar una reducción del consumo en ése país y afectar de manera considerable nuestras exportaciones. JAVIER VILLALBA

Daniel dijo...

Es cierto, las cadenas de suministros de partes y accesorios se han paralizado, provocando pérdidas de producción, reducción de turnos de trabajo y cancelación de órdenes.
Esto al parecer es solamente el comienzo de la crisis, pues posiblemente que lo peor está por venir si se toma en cuenta el panorama actual de los fabricantes de autos en crisis.
Algo que complica la crisis es que las partes y accesorios japoneses para autos son increíblemente complejos y específicamente diseñados, lo cual hace muy difícil encontrarles sustitutos.
Japón posee alrededor del 13% de la producción de automóviles en todo el mundo y es Estados Unidos su mayor consumidor.
Yo creo que las nubes negras de los fabricantes de autos en crisis van rumbo a Europa, donde ya las autoridades están preocupadas acerca de los billones de euros y la cantidad de meses que costará regresar a los niveles normales de producción.

J Eduardo dijo...

Seguramente habrá consecuencias en la industria automotriz mexicana pues las ensambladoras japonesas por lo general si importan una gran cantidad de componentes de Japón. A diferencia de las ensambladoras estadounidenses que se han encargado de desarrollar cadenas de proveedores locales de calidad para sus autos. Concuerdo en que la industria automotriz mexicana puede beneficiarse si en estos momentos se comienzan a desarrollar redes de proveedores especializados para el ensamble de autos en México. Dato curioso: el famoso Tsuru se ensambla sólo en México y se exporta a todo el mundo.

Anónimo dijo...

Esta reflexion es un claro ejemplo de que en un mundo globalizado, como el nuestro, en todo fenomeno hay ganadores y perdedores. Por un lado, el sector automotiz dependiente de Japon sufre las consecuencias de choque inesperado, mientras, las industrias exportadores de las otras partes del mundo se ven beneficiados ante la falta de oferta. Como podemos ver la clave aqui es saber a porvechar las oportunidades que se presenten, esperemos que México lo haga.
Majo glz gavaldon

Anónimo dijo...

Como lo menciona en la columna, la demanda en automoviles todavía se encuentra en pleno proceso de recuperación, aunado a la alza en los precios del petroleo, por lo que el escenario no luce muy optimista para el sector automotriz mexicano. Sin embargo, considero que no se necesitan pretextos cuando el objetivo es invertir en industrias intensivas de tecnología. El país tiene el potencial de aprovechar estos desajustes y si se abre cierto margen de acción es necesario tomar ventaja de ello.
Fidel M.

AKaren dijo...

La anotación sobre la potencial oportunidad para México me parece muy atinada y digna de atención por parte del sector productivo. Me parece que existe una gran probabilidad de que en México no exista el know how para fabricar varios productos en los que Japón había sido históricamente líder. Sin embargo, el país bien podría concentrarse en impulsar aquellos productos en los que tiene ventaja comparativa o buscar algún convenio para que el producto de alguna patente extranjera se maquile aquí.

Anónimo dijo...

Acerca de nuestro sector automotriz exportador, se que la planta en Aguascalientes podría aumentar su productividad si se lo propusieran, sin embargo, Nissan Ags. depende mucho de autopartes provenientes de Yadco (no recuerdo como se escribe) empresa de origen japonés que igual se pudo ver afectada por el desastre y esto impide que la planta incremente su producción. También, creo que las empresas norteamericanas puede que vuelvan a repuntar en el mercado, ya que su decadencia empezó por la fuerte competencia que representan las industrias automotrices japonesas.
José Luis Rangel.

Anónimo dijo...

Creo que si Japón lograra resolver o contener la crisis nuclear que enfrenta, su industria automotriz se recuperaría en menor tiempo que el que tardaría México en consolidarse como un exportador competitivo de autopartes
Estefanía C.

Anónimo dijo...

Sin duda, es lamentable lo que pasa en Japón, no sólo fue el devastador terremoto y el tsunami, sino que ahora la radiación nuclear comienza a ser un problema de suma importancia. Y bueno, lo que todo esto conlleva, como bien lo menciono la industria automotriz, donde Japón es uno de los líderes, se empieza a mermar, lo que provoca que la recuperación en este sector industrial no se pueda llevar a cabo. Si bien es cierto, que durante la crisis la demanda de automóviles disminuyó, ocasionando que los almacenes quedaran parcialmente llenos, y que ahora la demanda comienza a crecer poco a poco, los almacenes de irán vaciando, pero realmente no sabemos hasta cuando Japón pueda reiniciar su producción para cubrir la demanda creciente y evitar un desabasto tanto de autos como de refacciones. Y es precisamente en este punto, cuando la industria mexicana se tiene que aprovechar para poder ganar mercado y satisfacer la demanda que Japón posiblemente, en el corto plazo, no pueda cubrir. Así pues, es el momento de que los empresarios mexicanos tengan la ambición y la visión para poder competir con las potencias internacionales.
Iván C.

Unknown dijo...

Las consecuencias del desastre en Japón siguen teniendo una gran repercución en el mercado internacional. En particular las empresas automotrices se han visto sumamente afectadas, creo que la disminución del as exportaciones de Japón en cuanto a dicho mercado, aunque representan una gran contracción en la oferta, no creo que den lugar a otros competidores para entrar en dicho mercado, pues los costos son muy altos.

Anónimo dijo...

Ojalá en esta ocasión sí se logre aprovechar la oportunidad. Lamentablemente, como se menciona en la columna, ya en otras ocasiones los empresarios mexicanos no han sido capaces de reconocer las buenas oportunidades de negocios.

Sarait

Anónimo dijo...

Es un bueno el que planteas acerca de que México podría beneficiarse de la situación por la que pasa Japón. La recuperación, sin embargo, podría ser más rápida que el intento de México por tomar ventaja de la situación, pero es una oportunidad que no debe desaprovecharse.
Zaira González

Anónimo dijo...

Es impresionante ver que muchos sectores productivos de la economía japonesa fueron afectados por el desastre natural y nuclear. En alguna columna, usted comentaba que la tendencia de los países que llegan a sufrir una tragedia tan grande (ej. Alemania en la Primera y Segunda Guerra Mundial)siempre se recuperan y llegan a crecer sus economías en un mayor nivel del que tenían antes del desastre. Pero en verdad dudo que Japón logre recuperarse; en primer lugar, va ser casi imposible que vuelvan a renovar sus plantas nucleares, las cuales significaban un importe fuente de ingreso y en segundo lugar, si la crisis japonesa se extiende demasiado, la producción que controlaba Japón será adoptada por algún otro país, dejando a un lado a Japón de los procesos productivos más importantes.
Alayn G.

Toño dijo...

Respecto al mercado automotriz estadounidense, considero que la situación de las empresas japonesas es un incentivo para las automotrices norteamericanas para aumentar su producción. Por parte de México, además de la exportación, me parece una buena opción que el gobierno mexicano proponga a las automotrices japonesas el traslado de algunas plantas a territorio mexicano.
Antonio Sánchez

Anónimo dijo...

Creo que la situación que se describe en la columna es sumamente ventajosa para países capaces de sostener una producción de autopartes estable y de la calidad necesaria para poder formar parte del mercado automotriz; sin embargo, pienso que a México le hace falta el desarrollo de maquinaria pesada para el ensamblaje de estos productos, ademas de experiencia. Por otro lado, pienso que aun cuando México se pueda beneficiar de esta situación, será solamente algo temporal debido a que Japón es un país de primer mundo que cuenta con programas sociales muy buenos y tiene la fortaleza económica y estructural para salir del problema en menos tiempo que la mayoría de los países. Cabe destacar también que existen otras marcas de autos europeos que ocupan gran parte del mercado como las alemanas (que se mencionan en la columna), francesas y ahora las italianas que juegan un papel muy importante debido a la absorción de otras marcas; estas empresas pueden verse beneficiadas debido a un aumento en su demanda por falta de oferta o aumento de precios en las marcas japonesas.
Esperemos que las medidas que tome México sean agresivas y decisivas para poder entrar a este mercado, permanecer en él y volverse líder en el desarrollo de tecnologías necesarias para esta industria.
Pablo López Esteves

Mayarí dijo...

Efectivamente esto puede traer problemas a la economía norteamericana y ya no digamos a la japonesa, considerando que esta industria representa más del 10% del empleo en ese país. Pero, a pesar de el par de tragedias económicas que esto pueda traer en algunos países (que no dudo que así sea), e independientemente de la ventanita de oportunidad que esto represente para México o China, puede que esto no resulte ser una noticia tan mala para el planeta. Quítandome por un segundo la camiseta de economista, aunque pueda parecer un comentario naive y hasta ofensivo para algunos, creo que en un contexto en el que la concentración de CO2 provocada por las emisiones de combustibles fósiles alcanza los 360ppm (cuando niveles de 450ppm son suficientes para causar daños irreparables al planeta), una contracción en el mercado automotriz parece tener un lado amable. Pensando en que, de acuerdo a lo que ya han mencionado varios expertos en el James A. Baker Institute, si las emisiones de CO2 siguen creciendo para satisfacer lo que ser espera sea la demanda en el año 2050 el plantea alcanzaría condiciones climáticas vistas por última vez en la época de los dinosaurios.
No quiero decir que los beneficios superen necesariamente los costos, pero no está demás notar que entre los impactos de una situación así pueden esconderse beneficios futuros o no económicos.

jorge dijo...

Al igual que en la crisis económica de 2008, no podemos saber los efectos que tendrá el desastre nuclear en Japón ni que países se verán beneficiados o si afectará a todos por el fenómeno de la globalización. Sin embargo concuerdo en que si se abrieran ventanas de oportunidad, México podría ser de los países que se beneficiarían gracias a su industria automotriz.

Jorge Nava

Anónimo dijo...

Me parece muy relevante enfatizar el fuerte impacto que puede tener el desastre en japón sobre la industria automotriz. De igual manera, comparto la opinión de que esta disminución en la producción de autopartes y, en general, de coches japonesa abre nuevas oportunidades para México. Sin embargo, los diseños japoneses se han caracterizado por un nivel elevado de tecnología; así que, en mi opinión, no pienso que México pueda sustituir la producción japonesa. Sin embargo, lo que sí puede hacer es ofrecer otra opción al consumidor, lo cual permitiría que el sector exportador y el impacto mexicano en mercados internacionales creciera.

Luis Enrique Tierrablanca

Anónimo dijo...

Como bien dice un no existen suficientes datos para evaluar el efecto de la catástrofe en la industria y en la economía. Hasta el viernes pasado, sólo JP Morgan había modificado sus expectativas de crecimiento, donde adelanta una disminución de la tasa de crecimiento en el 2º semestre para experimentar un crecimiento considerable en el 3 y 4º trimestre.
Por su parte la industria automotriz adelanta algunos escenarios. Como bien explica, las ensambladoras americanas también pueden experimentar problemas debido a la importación de autopartes japonesas. Además existen riesgos si la producción no se normaliza pues se estimaban suficientes inventarios hasta el 1º de abril.
En México el presidente de la cámara de autoparteros presumió que ya se estaban registrando pérdidas considerables. Sin embargo, las importaciones de productos para la industria automotriz representan menos del 5% de las realizadas en América del Norte. Contrario a lo que escribió José Eduardo, Nissan México ha descartado problemas pues su red de proveedores se ha mexicanizado.
Aunque resultaría benéfico el aprovechamiento de esta oportunidad por parte de las industria mexicana de autopartes, resulta un tanto difícil, si la contingencia es temporal, pues el cambio de proveedores por parte de las ensambladoras es un tanto rígido. Se toma alrededor de un año para evaluar y certificar el producto con el cuál se quiere sustituir. Sin embargo, pienso que si habría posibilidad de que aumentara la producción de plantas desligadas al problema mientra exista una capacidad instalada que lo soporte. El caso de México podría representar esta opción al encontrarse una industria automotriz un tanto madura con cierta capacidad tecnológica.

Un problema adicional, que valdría la pena su evaluación, sería el efecto de la IED japonesa en México. Poco antes del terremoto, empresarios japoneses habían reafirmado su interés por seguir invirtiendo en México pero no dejaron de hacer notar su preocupación por la delincuencia, situación que sería reevaluada en 2013. A raíz del terremoto la remanente confianza en México podría ser opacada por el terremoto al motivar que se repatriasen los capitales japoneses.
Dato extra: Para 2005 el 50% de la IED japonesa se dirigio a Aguascalientes obviamente por la importancia del Tsuru y la Nissan.

José Alejandro Larios Barrientos

Oliver dijo...

Creo que el sector automotrizen Estados Unidos es un gran motor de crecimiento económico y choqus del lado de la oferta con la situación de Japón pueden complicar la recuperación de la economía estadounidense y con esto complicar aún más la situación mexicana. Sin embargo, es posible posicionarnos como los nuevos exportadores de autopartes de ciertas marcas ya que Nissan efectivamente tiene gran presencia en el territorio mexicano. También los empresarios mexiacanos no tienn mucho margen de maniobra ante este choque por el lado de la oferta ya que no depende de que tan emprendedores sean sino de las restricciones externas como cuando se produjo el primer automóvil mexicano el Mastreta que parece haber siodo más símbólico que una estrategia de negocios.

Anónimo dijo...

Artículo queme intereso sobre este sector particular, que como subrayado posee una gran sensibilidad a los sectores río arriba y posterior (precio petróleo, piezas de construcción, precios automóvil)
Además la producción japonesa, el Sistema caravasar bando (kan-ban) y los nuevos " métodos japonesa ", de producción difieren de los otros países por las existencias (stocks) débiles, esto muestra las dificultades de ajuste a la demanda en este género de catástrofe.
Además es interesante ver que esta crisis sumado con la de petróleo vaya a tener repercutíamos importantes sobre los precios, sin embargo comprobamos que la demanda queda todavía bastante fuerte como lo muestra las ventas auto en los Estados Unidos
México puede sacar provecho de esta disminución de la oferta japonesa particularmente aumentando su producción y gracias a sus convenios comerciales particularmente con los Estados Unidos
Por otro lado será interesante ver que Japón que renunció a la energía nuclear, será pues un de los primeros naciones industrializadas a encontrar soluciones alternativas, conociendo el adelanto tecnológico de Japón en numerosos dominio y la parte importante dedicado tiene el R*D , Japón podrá con tiempo dar prueba otra vez de su capacidad a rebotar y adaptarse

Thibaut Plassot

Bruno dijo...

Es curiosos como otros países que han funcionado como manufactureros de marcas automotrices han desarrollado su propio diseño y marca automotriz mientras en México mantenemos un modelo de manufacturas que aunque muy productivo creo que carece de mayor valor agregado como es el diseño y la parte de desarrollo. No es que aprovechando la coyuntura japonesa se comienze a desarrollar una marca nacional pero simplemente me llamo la atención como otros países subdesarrollados o envías de desarrollo lograron sacar al mercado sus propia línea

bruno

Paulina Moreno dijo...

Concuerdo con usted al decir que debido a las fallas del mercado automotriz en Japón por causa del reciente desastre natural, la industria de autopartes en México podría tener oportunidades en el mercado internacional. México es uno de los principales productores de autopartes. Es un proveedor importante en latinoamerica, así como en el mercado de autopartes europeo y estadounidense. El punto importante es que si México tiene esa ventana abierta hacia el progreso debe estar preparado para aprovecharla. Hay que tomar en cuenta que el mercado automotriz mexicano depende mucho de Estados Unidos, siendo su socio más importante en el área automotriz. Por tanto, si EU presenta bajos índices de consumo, el mercado de autos mexicano se ve directamente afectado. Creo que el desastre en Japón, podría diversificar el mercado automotriz mexicano y por tanto disminuir un poco la dependencia con el país limítrofe del norte, de tal manera que las crisis estadounidenses afecten menos al mercado mexicano de autopartes.

mamvas dijo...

Lo de Japón puede ser para largo y algunas empresas se trasladarán a los países vecinos. Pero esto también tomará tiempo.
En el intertanto, puede ser una muy buena oportunidad para las empresas mexicanas que fabrican componentes.

Saludos

Anónimo dijo...

Pienso que la oportunidad para un país como México no es del todo clara; si es cierto que existe la posibilidad de entrar a un mercado potencialmente libre, es preciso tomar en cuenta que gran parte de la producción automotriz en México va dirigida hacia las autopartes con menor uso de tecnología de punta; si el mercado que cubren los japoneses es de productos con tecnología de punta, la ventana potencial no sería propia del sector automotriz mexicano.

Christian G. Jiménez

Sandra dijo...

podría ser una buena noticia que las empresas automotrices mexicanas tuvieran la oportunidad de entrar a la competencia mundial. Aunque, por otro lado, este sector se ha visto dañado por la competencia extranjera desde la década de 1980,lo cual podría significar que México no sea un productor competitivo en este sector. Además, el posible incremento en el precio de la gasolina inherente al incremento de su demanda afectaría al sector público, ya que está subsidiada
THALIA ESPAÑA

Gonzos dijo...

Complicada coyuntura la que estamos viviendo. Ya vimos que en efecto, algunas plantas suspenderán su actividad. Comparto la opinión de que México debería intentar aprovechar las circunstancias para así llenar un nicho que podría estar dejando temporalmente Japón.

Anónimo dijo...

Considero muy atinada la alusión que haces en la columna a las oportunidades que pudiesen presentarse en el sector automotriz mexicano; no obstante, creo que dicho impacto en la oferta, no necesariamente puede dar lugar a oportunidades en otros países. La principal razón son las características tecnológicas de los productos provenientes del Japón; sin embargo, aun queda la posibilidad de que México pueda aprovechar dicha situación ofreciendo alternativas de otro tipo a los consumidores, lo cual, podría traer mejoras en cuanto a exportación se refiere.


Juan David

Anónimo dijo...

Creo que este es uno de esos tema en que es urgente que se empiecen a dar respuestas, puesto que esta es la oportunidad perfecta para México de expandir su alcance en el sector automotriz, pero así como México está en la contienda, también lo está Brasil y muchos otros países, algunos incluso, que ya se encuentran en mejor posición para hacerlo que nosotros.

Isa