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10. ¿Por qué no recurrir a un déficit más elevado?
El déficit fiscal –que significa endeudarse hoy a costa de los mexicanos del mañana- conlleva costos y riesgos. México ya experimentó las consecuencias de un endeudamiento sin control.
En el contexto actual de una caída permanente de ingresos, como son los petroleros, y considerando la baja recaudación fiscal en el país, proponer un mayor endeudamiento sin tener asegurados los recursos futuros para pagarlo implicaría poner en riesgo la sostenibilidad futura de las finanzas públicas y trasladar, finalmente, el aumento impositivo a las próximas generaciones, nuestros hijos o nietos. Hipotecar el futuro que no nos pertenece es una acción injusta e irresponsable.
El déficit fiscal –que significa endeudarse hoy a costa de los mexicanos del mañana- conlleva costos y riesgos. México ya experimentó las consecuencias de un endeudamiento sin control.
En el contexto actual de una caída permanente de ingresos, como son los petroleros, y considerando la baja recaudación fiscal en el país, proponer un mayor endeudamiento sin tener asegurados los recursos futuros para pagarlo implicaría poner en riesgo la sostenibilidad futura de las finanzas públicas y trasladar, finalmente, el aumento impositivo a las próximas generaciones, nuestros hijos o nietos. Hipotecar el futuro que no nos pertenece es una acción injusta e irresponsable.
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ESTO ES CORRECTO Y ES UNA PREOCUPACIÓN, PERO CONTINÚA
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Adicionalmente, un déficit elevado inhibe el crecimiento económico pues se traduce, en la práctica, en un desplazamiento de la inversión privada. El gobierno, al absorber mayores recursos de los mercados de deuda deja menos recursos disponibles y más caros para las familias y las empresas, reduciendo las posibilidades de consumo e inversión. (De hecho eso sucede ahora con los países que en el pasado optaron por abultar sus défi-cit fiscales: ahora se ven en la necesidad de proponer aumentos tributarios para enfrentarlos, ya ni siquiera pa-ra combatir la pobreza, mejorar educación, salud o ampliar infraestructura).
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EN ESTO NO CONCUERDO, NO AL MENOS EN LAS CONDICIONES ACTUALES. Desde luego que a mis alumnos les enseño esto, lo cual es más que obvio incluso utilizando un simple ISLM o viendo el mercado de fondos prestables. En ese caso el desplazamiento es uno a uno, aunque en una versión más desarrollada no necesariamente es el caso... estaba desarrollando la respuesta cuando me topé con un post hoy de Krugman que me ahorra el trabajo..Crowding in
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The textbook answer identifies two reasons — two ways in which budget deficits now make us worse off in the future. They are:
(1) The fiscal burden: deficits now mean higher debt later, which will have to be serviced, and that means higher taxes and/or less spending on other, presumably desirable things
(2) Crowding out: when it runs deficits, the government competes with the private sector for funds, so deficits crowd out private investment, which reduces potential growth
All this makes sense under normal conditions. But right now we’re not living under normal conditions. We’re in a situation in which the economy is deeply depressed, and monetary policy — the usual line of defense against recession — is hard up against the zero-interest-rate bound. This weakens argument (1) — and it actually reverses argument (2).
On argument (1): it’s still true that an increase in government spending raises future debt. But not one for one: because higher spending raises GDP, it leads to higher revenue, which offsets a significant fraction of the initial outlay. A back-of-the-envelope calculation suggests something like a 40 percent offset is plausible, so fiscal stimulus only costs 60 percent of what it costs.
But the really dramatic difference is for argument (2). Under the kind of conditions we’re now facing, the main determinant of business investment is the state of the economy, as evidenced by the plunge in investment shown in the figure. This, in turn, means that anything that improves the state of the economy, including fiscal stimulus, leads to more investment, and hence raises the economy’s future potential.
That is, under current conditions deficit spending doesn’t lead to crowding out — it leads to crowding in. In fact, you could argue that the worst thing we can do for future generations is NOT to run sufficiently large deficits right now.
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(1) The fiscal burden: deficits now mean higher debt later, which will have to be serviced, and that means higher taxes and/or less spending on other, presumably desirable things
(2) Crowding out: when it runs deficits, the government competes with the private sector for funds, so deficits crowd out private investment, which reduces potential growth
All this makes sense under normal conditions. But right now we’re not living under normal conditions. We’re in a situation in which the economy is deeply depressed, and monetary policy — the usual line of defense against recession — is hard up against the zero-interest-rate bound. This weakens argument (1) — and it actually reverses argument (2).
On argument (1): it’s still true that an increase in government spending raises future debt. But not one for one: because higher spending raises GDP, it leads to higher revenue, which offsets a significant fraction of the initial outlay. A back-of-the-envelope calculation suggests something like a 40 percent offset is plausible, so fiscal stimulus only costs 60 percent of what it costs.
But the really dramatic difference is for argument (2). Under the kind of conditions we’re now facing, the main determinant of business investment is the state of the economy, as evidenced by the plunge in investment shown in the figure. This, in turn, means that anything that improves the state of the economy, including fiscal stimulus, leads to more investment, and hence raises the economy’s future potential.
That is, under current conditions deficit spending doesn’t lead to crowding out — it leads to crowding in. In fact, you could argue that the worst thing we can do for future generations is NOT to run sufficiently large deficits right now.
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Creo que es una buena referencia, y aunque no se requiere tomarla tampoco al pie de la letra, definitivamentre da un argumento que he mencionado en posts anteriores, e incluso en mi columna en el Universal, de que en las condiciones actuales no es claro que se de este desplazamiento debido a que el gasto privado en inversión esta siendo afectado también por otras cosas como expectativas negativas.... en fin, una lección importante es que no es siempre bueno aprenderse recetas y a veces hay que darle la vuelta y pensarle un poco más....
3 comentarios:
Alejandro,
Adicionalmente a lo que comentas, la teoría supone que los mercados financieros, en particular los bancos, funcionan eficientemente haciendo su tarea, es decir, financiando la inversión.
Para el caso de México deben hacerse otras consideraciones, ya que por ejemplo, de acuerdo al BANXICO, la principal fuente de financiamiento de las empresas son los proveedores (más del 55% en promedio anual contra 20% de los bancos comerciales).
De forma tal, que lo anterior explica en parte, que las empresas ocupen en promedio casi el 70% de dicho financiamiento en el desarrollo normal de sus actividades en el corto plazo (capital de trabajo) y sólo alrededor del 17% en inversión.
Saludos,
Fernando
Alejandro,
Otro punto importante en relación a la deuda tiene que ver con cuestiones de Federalismo, esto es, si el gobierno se financia con mayor deuda, entonces las entidades federativas no reciben mayores recursos al aumentar los ingresos de la federación, es decir, dichos recursos por concepto de deuda no son participables.
¿Y entonces, cómo se financian las entidades dado nuestro sistema nacional de coordinación fiscal y en esta desfavorable coyuntura económica?
Saludos,
Fernando Arechederra M.
Alejandro,
El financiamiento (crédito intermediado por el banco, deuda emitida) es sólo uno de los recursos con los que hacer frente a la inversión, real o financiera, y en términos de tamaño es mucho menos importante que el propio ahorro empresarial. Además cualquier aproximación cuantitativa al asunto dice que la elasticidad de la inversión privada a la renta es mayor que la de los costes de financiamiento.
Pero, los costes de financiación de la economía se construyen a partir del rendimiento del activo sin riesgo, la deuda pública, y por lo tanto a partir de la perspectiva de que sea devuelta en tiempo y modo, por lo que más deuda desde luego no ayuda si las calificadoras dicen que te van creer un poquito menos en tu promesa de pago futuro, ... como emitas más deuda y no recaudes más impuestos.
El punto es que si los inversores consideran que tu capacidad de pago del activo sin riesgo es manifiestamente mejorable, puede ser que la pendiente de la curva IS cambie y la expulsión a la inversión privada sea ni siquiera uno a uno, sino total -exagerando algo-. Efectos no lineales contractivos de una reforma fiscal, no sé si buena o mala, pero fallida en sus objetivos inmediatos
un saludo
JJ
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