miércoles, 15 de septiembre de 2010

La Economía en México a Cien Años...... 1910-2010

Aquí se puede acceder a mi columna, Tintero Económico, que se publica hoy en el Universal

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Si bien existen similitudes entre el documento citado y la realidad actual sobre la situación económica es importante considerar que el contexto de 1910 es completamente diferente al contexto actual y, por lo tanto, por muy parecidos que sean los hechos, la magnitud de los efectos es completamente diferente. Simplemente comparemos, si para 1910 la dependencia con el exterior era un problema grave, para este año tenemos un problema mayor, pues hay que considerar que en 1910 nuestras exportaciones eran de 146.1 millones de dólares y para el 2009, de acuerdo con el INEGI, eran de 229 783.0 millones de dólares. Es decir, el efecto de una reducción en nuestras exportaciones es mucho mayor en la actualidad que en el pasado.

Además, el desempleo si bien en el pasado causaba graves estragos para la economía familiar, no se compara con el efecto del desempleo en la actualidad pues en 1910 la población ocupada en el sector primario como porcentaje de la población ocupada era de 67.1, en el 2008 esa cifra se reduce a 13.1. Lo que quiere decir que cada vez es mayor la dependencia de las familias a trabajar en las industrias, las cuales son las primeras en tomar medidas (despedir personal) cuando existe alguna crisis económica. En cambio, en el pasado si las industrias despedían personal era menor el efecto, porque había más familias dedicadas a las actividades primarias, de las cuales obtenían su sustento para subsistir.

Estos son algunos de los muchos ejemplos que podemos encontrar para entender la magnitud de los efectos ante una crisis económica internacional en la actualidad y hace 100 años.

Adriana Becerril

Anónimo dijo...

En pocas palabras no hay nada que celebrar diría yo.

Excelente su columna

Unknown dijo...

Así como actualmente hay 50 millones de mexicanos que viven en la pobreza y un puñado que forman parte de la lista de Forbes, hace cien años la repartición de los frutos del progreso también era tremendamente desigual. Los beneficios del crecimiento económico que se experimentó con Díaz fueron sumamente desiguales, e igual que ahora, había mexicanos hundidos en la pobreza y un pequeño grupo de ricos industriales. Creo el país debería celebrar los cien años de la revolución repensando qué tanto han cambiado las condiciones sociales que llevaron a ésta.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Adriana. Me habría parecido predecible que se encontraran similitudes entre el contexto económico de hace cien años y el actual. El sistema económico hacia la primera década del siglo XX, pese a las increíbles diferencias tecnológicas,era, en sus lineas generales, como el actual.
Lo que si me parece digno de mención es la segunda parte de la editorial. Es verdad que el desarrollo (por mucho o poco que haya sido) no fue equitativo. Es una tragedia sociológica que la vida de un pobre de hace cien años y uno contemporáneo sea muy similar y la vida de los ricos pueda cambiar tanto.
Será un tema relevante, durante la próxima centuria nacional, la equidad en el crecimiento. Aunque dicho tema sera cada vez más un asunto a escala mundial y no sólo nacional.
Ojalá que en cien años unos estudiantes de economía se sorprendan del cambio en las cifras de nuestra economía a la suya. Y que su sorpresa sea feliz.
Pablo Soto

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Adriana. Me habría parecido predecible que se encontraran similitudes entre el contexto económico de hace cien años y el actual. El sistema económico hacia la primera década del siglo XX, pese a las increíbles diferencias tecnológicas,era, en sus lineas generales, como el actual.
Lo que si me parece digno de mención es la segunda parte de la editorial. Es verdad que el desarrollo (por mucho o poco que haya sido) no fue equitativo. Es una tragedia sociológica que la vida de un pobre de hace cien años y uno contemporáneo sea muy similar y la vida de los ricos pueda cambiar tanto.
Será un tema relevante, durante la próxima centuria nacional, la equidad en el crecimiento. Aunque dicho tema sera cada vez más un asunto a escala mundial y no sólo nacional.
Ojalá que en cien años unos estudiantes de economía se sorprendan del cambio en las cifras de nuestra economía a la suya. Y que su sorpresa sea feliz.
Pablo Soto

Anónimo dijo...

Definitivamente existen similitudes entre el contexto mexicano de hace cien años y el actual; sin embargo, me atrevería a afirmar que el México de hoy no sólo es igual de polarizado e injusto que el de hace cien años, sino también comparte muchos de los rezagos del México de hace diez, veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años.
El México actual no es más que el resultado de un sin fin de decisiones económicas que, como es típico en la cultura política mexicana, no iban más allá del mediano plazo (por no decir corto).

Aunque hablar de reflexión en estas fechas es un lugar común, creo que estamos en el momento ideal, tanto por el hartazgo de la gente como por el emotivo sentimiento patriótico, para intentar un cambio; un cambio que vaya más allá de pensar que se viene una nueva guerra (la guerra de Calderón contra el narco no cuenta porque no le aporta nada a nadie y sólo genera muertitos)... En es momento, la revolución de ideas es completamente bienvenidad y a nadie le caería nada mal una reforma que, de verdad, esté enfocada en esos 50 millones de mexicanos rezagados.
Retomando lo que dice Pablo, ojalá que en 100 años la gente se sorprenda de cómo unas cuantas decisiones bien pensadas en el marco del Bicentenario lograron mejorar a nuestro bello país.

Cesángari L.

Arturo Romero Yáñez dijo...

"Pero para aquellos que se encuentran en pobreza extrema, la distancia relativa entre las condiciones existentes en 1910 y las actuales no es sustancial, y hablo en términos relativos considerando cien años de distancia"

Me ha parecido importante retomar esta linea de la columna porque no se puede olvidar que la función económica del gobierno es la de sacrificar eficiencia para retornar igualdad. Basado en esta premisa, se puede concluir que la eficiencia del gobierno para reducir la distancia entre los agentes ricos y los agentes pobres ha sido mínima. Por otro lado, podría ser que la estructura de nuestra economía incentive el distanciamiento económico entre estas dos clases sociales; en este caso, el gobierno mexicano también ha fallado en la regulación mercantil necesaria para eliminar estas fallas.

¿Cómo es el resultado de un análisis al gobierno mexicano basado en el examen de sus funciones económicas tras 100 años de formación? Completamente deficiente. Probablemente no lo sea si se compara con el gobierno de hace 200 años, pero, si bien estas desigualdades motivaron a una renovación estructural de nuestra economía hace 100 años, es buena hora renovar objetivos y proponer alternativas que nos mantengan en el camino correcto para alcanzarlas; esto, mediante políticas de largo plazo.

Anónimo dijo...

A pesar de las numerosas críticas que se le puedan hacer a la columna por el abuso en comparaciones con horizontes de tiempo tan distantes, el punto central de ésta es excelente. No se busca equiparar los escenarios con estadísticas o situaciones similares, sino reflexionar sobre el tipo de problemas que la economía nacional ha sufrido y siguen presentes. Para nuestra sorpresa, las tácticas y estrategias para abatir estos problemas parecen haber avanzado mucho este siglo (por ejemplo, la "Economía"). No obstante, los problemas que no tienen solución siguen siendo los mismos. Esto nos debe de servir como modelo para guiar cualquier tipo de política, investigación, trabajo, etc. que se realize en aras de resolver estos problemas.

Alejandro Robinson

Anónimo dijo...

El desarrollo económico de México no ha sido satisfactorio considerando su historia. Parece que no evolucionamos en nuestros problemas; parece que no podemos resolverlos. Creo que para romper el círculo en el que nos vemos inmersos debemos diseñar políticas a largo plazo bien pensadas.

Francisco Brito

Gabriel Alberto Martínez Roa dijo...

Sólo quiero agregar unos apuntes de pie de página. El primero es el cuidado que se debe hacer con las comparaciones de situaciones que son tan distantes en muchos sentidos como el político, el social, estructural, económico, internacional, etc.

No estoy de acuerdo, por ejemplo, con las anotaciones de Adriana (en la primera desdeña el efecto de la inflación y parte del supuesto de que es malo exportar mucho, y en la segunda desdeña las ventajas de la movilización de trabajadores hacia el sector industrial).

En segundo; en general, me parece que el único resultado de la lectura de la columna, es el sentimiento de que no se ha hecho nada: que México está igual o peor, que esta ya no sólo es la década perdida, sino el siglo perdido; lo cual me parece una generalización absurda por al menos dos razones:

1. se subestima el contexto, los logros políticos y de la sociedad civil, que no se ven en los números pero que son valiosos per se
y

2. porque muchas de las descripciones en la columna son situaciones típicas (e incluso para algunos óptimas) de una crisis económica: desempleo, reducción del crédito, reducción de exportaciones y de los ingresos de gobierno, etc. Así, una crisis (que además fue internacional) es un pésimo momento para tomar una foto del país y hacer inferencias sobre la situación del mismo o del manejo de la autoridad.

Para concluir, lo más peligroso es que los lectores comiencen a demandar del gobierno que se atiendan estos problemas (ya que a diferencia de la época del
Porfiriato ahora si se puede) como si el Estado fuera Superman, y como evidentemente no lo es, sólo termina empeorando las cosas: A.K.A interviniendo de más.

Anónimo dijo...

Creo que el campo mexicano es en donde más ha dejado a deber la Revolución. Como sabemos, una de las causas del movimiento revolucionario fueron las pobres condiciones de vida de la población de este sector. En la actualidad,a pesar de los avances logrados, la mayoría de la poblacion campesina sigue viviendo en condiciones de pobreza. Es importante que este y futuros gobiernos instrumenten políticas de apoyo al campo, como transferencias en epecie, micro creditos y ciertas protecciones en los tratados de libre comercio.
Carlos Castillo

Anónimo dijo...

Concuerdo con algunos compañeros (Alejandro y Gabriel) en que más allá de los números, lo importante son los problemas que deben resolverse de manera inteligente. Creo que un economista no debe pensar que el gobierno es la única solución de los problemas del país, pues es lo que la gente común piensa: "que el gobierno lo solucione todo". Si precisamente el mal intervencionismo del gobierno ha prolongado la pobreza extrema, es tiempo de implementar otras soluciones.

Anónimo dijo...

Saludos...Creo que todo depende de tu punto de vista. Si perteneces a la Derecha (Reagan: government is not the solution to our problems, it is the problem), no deseas intervencion gubernamental en la economia. Si perteneces a la CentroIzquierda (AMLO, Roosevelt, Obama) reconoces que todos los logros monumentales economicas han sido ocasionado por la Mano del Estado. Les dejo algo de tarea. Hagan un vistazo a la relacion entre PIB/Capita y Desigualdad Economica. Ahora, les pregunto, que ha logrado la Igualdad Economica (relativamente hablando) en esos paises, laissez-faire capitalismo, o la Mano del Estado, a traves de politicas que jamas dejarian a los Azcarragas de lograr el Poder que han logrado en ciertos paises.

Julio Ramírez dijo...

Terminando de leer su columna, me quedo con el último enunciado. Lo prioritario es ver hacia el mañana, reconociendo como retos los problemas del presente. El pasado nos servirá como espejo de las consecuencias de nuestras decisiones en el presente. Si resulta inverosímil el hecho de que la situación económica de 1910 sea un calce de la actual; es indignante que el nivel de vida de los más desfavorecidos haya permanecido inmutable. De persistir esta situación, no creo que México haya vivido ya su última revolución.

Lizet Alejandra Pérez C. dijo...

La similitud de la economía actual y la de hace 100 años es muy interesante, más si se consideran los cambios positivos que en ese aspecto muchos países han experimentado desde 1910 a la fecha.
En mi opinión, en México los avances son pequeños y se hacen muy lentamente. En gran medida, los ciudadanos compartimos la responsabilidad de este rezago con nuestros gobernantes. Por lo que un cambio en la ideología social podría ser muy benéfico para la economía, aunque las posibilidades de que éste exista no son tan perceptibles.