Como saben, este Blog es principalmente sobre temas económicos, pero en diversas ocasiones he incluido temas no económicos que considero de interés. En este caso me parece que el proceso electoral en Colombia está tomando rumbos interesantes que vale la pena comentar. Para tal efecto, les comparto el siguiente Post Invitado de mi amiga colombiana Nubia de la Rocha
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ANTANAS MOCKUS EL TRIUNFO DE LA DECENCIA POLITICA.
Para las elecciones presidenciales de Colombia el 30 de mayo próximo, el guión parecía escrito desde el Palacio Presidencial. Con innegables éxitos en la recuperación del territorio nacional de manos de la delincuencia organizada y un nivel de popularidad del 70% durante dos periodos presidenciales, Álvaro Uribe buscaba su segunda reelección a través de un cambio constitucional. Este proceso debía pasar por numerosos filtros ciudadanos y legales y en previsión de la que parecía improbable no aprobación, el ministro de agricultura, su más fiel escudero, era considerado el candidato que uniría a las huestes uribistas nuevamente alrededor de un candidato único. Pero, después de 2 años de un complicado y muchas veces cuestionado proceso, el referendo no paso en la Corte Constitucional el pasado 26 de febrero por numerosas violaciones procesales y vicios de forma.
Mientras tanto, la acumulación de graves escándalos de corrupción y violación a los derechos humanos, entre ellos el llamado “Agro ingreso seguro” por el programa de subsidios agrícolas que terminó favoreciendo con millonarias sumas a importantes familias terratenientes, afectaron al gobierno y las opciones presidenciales del delfín “Uribito”. Así, el país llegó a 3 meses de las elecciones, paralizado electoralmente por un tour de force político siempre ganado por la maquinaria del gobierno que parecía segura de mantenerse en el poder por 4 años más. Uribe descalificado para una tercera elección y Uribito bajando en las encuestas preelectorales, dejaban sin embargo, dos candidatos fuertes salidos de los partidos uribistas: José Manuel Santos y Noemí Sanìn. Así partieron las preferencias a finales de marzo:
Juan Manuel Santos: 34.2%; Noemì Sanìn: 23,3%. Ambos de los partidos de la coalición uribistas con 57,5% en total. Mas abajo con un 10,4% de la preferencias, el ex alcalde de Bogota Antanas Mockus. Y 4 candidatos más con menos del 6% cada uno. En cualquier caso, los candidatos del uribismo seguían despegados en las preferencias y simplemente se disputarían la presidencia entre ellos en la segunda vuelta.
Pero, entre el 26 de marzo y el 1 de mayo, apenas cinco semanas, el panorama político electoral de Colombia se transformó en forma drástica revelando profundos cambios hasta ese momento casi invisibles. Hoy las encuestas arrojan la siguiente situación: Mockus: 38%, Santos: 29% en primera vuelta. En segunda ganaría Mockus con 50% y Santos quedaría en segundo lugar con el 37%. Cifras que muestran prácticamente un estancamiento del candidato oficial en las preferencias y un ascenso vertiginoso en Mockus.
Las razones de este nuevo panorama que parece traer a flote una ciudadanización de la política prácticamente oculta por la propaganda triunfalista del gobierno y por los medios que solo percibían la superficie de la realidad, son:
1. Antanas Mockus expresa en su forma más pura el llamado a la conciencia colectiva de millones de colombianos hastiados de la violencia, la corrupción y la recurrencia continua a métodos ilegales en la vida política. Desde sus recordada pedagogía cívica, como poner en una urna de cristal las armas de sus escoltas y el mismo colocarse un chaleco antibalas roto en el espacio del corazón, mientras las FARC lo amenazaban de muerte después de volar 8 torres y un túnel pretendiendo dejar sin luz y agua a Bogota cuando el fue alcalde, hasta los conceptos básicos de su campaña hoy, como La vida es sagrada, legalidad democrática o los recursos públicos-recursos sagrados, Mockus es el candidato que representa el retorno a la dignidad y la decencia de la política puesta al servicio del bien común.
2. El candidato vicepresidencial de Mockus es otro de los más exitosos alcaldes de Colombia: Sergio Fajardo de Medellín. El realizó la transformación de esta ciudad que en los años 90 llego a ser la mas peligrosa del mundo. Candidato presidencial también, en un acto que acostumbrados a una clase política egoísta e incapaz de acuerdos, fue altamente valorado por los colombianos, Fajardo renunció a su claro anhelo de llegar a la presidencia y aceptó ser la formula vicepresidencial de Mockus sobre principios que comparten no solo programaticamente sino también como origen: ambos son matemáticos y académicos.
3. El equipo más cercano a Mockus se integra con los otros dos alcaldes que forman el grupo mas reconocido en la transformación del panorama urbano y social de Colombia: Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón.
Ellos cuatro, con Mockus a la cabeza, se han encontrado en las redes sociales con los electores a razón de 16.000 internautas por día, el crecimiento mayor en las ultimas semanas en Facebook y Google. Pero se encontraron con una ciudadanía calificada que hasta finales de febrero pasado y en los últimos cuatro años estuvo callada sin expresar sus valores y anhelos políticos y sociales y que finalmente se identificó rápidamente con el discurso de alguien capaz de decir que subirá impuestos sin perder simpatizantes. No soy blando dice Mockus, soy un duro legal.
Nubia de la Roche.
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ANTANAS MOCKUS EL TRIUNFO DE LA DECENCIA POLITICA.
Para las elecciones presidenciales de Colombia el 30 de mayo próximo, el guión parecía escrito desde el Palacio Presidencial. Con innegables éxitos en la recuperación del territorio nacional de manos de la delincuencia organizada y un nivel de popularidad del 70% durante dos periodos presidenciales, Álvaro Uribe buscaba su segunda reelección a través de un cambio constitucional. Este proceso debía pasar por numerosos filtros ciudadanos y legales y en previsión de la que parecía improbable no aprobación, el ministro de agricultura, su más fiel escudero, era considerado el candidato que uniría a las huestes uribistas nuevamente alrededor de un candidato único. Pero, después de 2 años de un complicado y muchas veces cuestionado proceso, el referendo no paso en la Corte Constitucional el pasado 26 de febrero por numerosas violaciones procesales y vicios de forma.
Mientras tanto, la acumulación de graves escándalos de corrupción y violación a los derechos humanos, entre ellos el llamado “Agro ingreso seguro” por el programa de subsidios agrícolas que terminó favoreciendo con millonarias sumas a importantes familias terratenientes, afectaron al gobierno y las opciones presidenciales del delfín “Uribito”. Así, el país llegó a 3 meses de las elecciones, paralizado electoralmente por un tour de force político siempre ganado por la maquinaria del gobierno que parecía segura de mantenerse en el poder por 4 años más. Uribe descalificado para una tercera elección y Uribito bajando en las encuestas preelectorales, dejaban sin embargo, dos candidatos fuertes salidos de los partidos uribistas: José Manuel Santos y Noemí Sanìn. Así partieron las preferencias a finales de marzo:
Juan Manuel Santos: 34.2%; Noemì Sanìn: 23,3%. Ambos de los partidos de la coalición uribistas con 57,5% en total. Mas abajo con un 10,4% de la preferencias, el ex alcalde de Bogota Antanas Mockus. Y 4 candidatos más con menos del 6% cada uno. En cualquier caso, los candidatos del uribismo seguían despegados en las preferencias y simplemente se disputarían la presidencia entre ellos en la segunda vuelta.
Pero, entre el 26 de marzo y el 1 de mayo, apenas cinco semanas, el panorama político electoral de Colombia se transformó en forma drástica revelando profundos cambios hasta ese momento casi invisibles. Hoy las encuestas arrojan la siguiente situación: Mockus: 38%, Santos: 29% en primera vuelta. En segunda ganaría Mockus con 50% y Santos quedaría en segundo lugar con el 37%. Cifras que muestran prácticamente un estancamiento del candidato oficial en las preferencias y un ascenso vertiginoso en Mockus.
Las razones de este nuevo panorama que parece traer a flote una ciudadanización de la política prácticamente oculta por la propaganda triunfalista del gobierno y por los medios que solo percibían la superficie de la realidad, son:
1. Antanas Mockus expresa en su forma más pura el llamado a la conciencia colectiva de millones de colombianos hastiados de la violencia, la corrupción y la recurrencia continua a métodos ilegales en la vida política. Desde sus recordada pedagogía cívica, como poner en una urna de cristal las armas de sus escoltas y el mismo colocarse un chaleco antibalas roto en el espacio del corazón, mientras las FARC lo amenazaban de muerte después de volar 8 torres y un túnel pretendiendo dejar sin luz y agua a Bogota cuando el fue alcalde, hasta los conceptos básicos de su campaña hoy, como La vida es sagrada, legalidad democrática o los recursos públicos-recursos sagrados, Mockus es el candidato que representa el retorno a la dignidad y la decencia de la política puesta al servicio del bien común.
2. El candidato vicepresidencial de Mockus es otro de los más exitosos alcaldes de Colombia: Sergio Fajardo de Medellín. El realizó la transformación de esta ciudad que en los años 90 llego a ser la mas peligrosa del mundo. Candidato presidencial también, en un acto que acostumbrados a una clase política egoísta e incapaz de acuerdos, fue altamente valorado por los colombianos, Fajardo renunció a su claro anhelo de llegar a la presidencia y aceptó ser la formula vicepresidencial de Mockus sobre principios que comparten no solo programaticamente sino también como origen: ambos son matemáticos y académicos.
3. El equipo más cercano a Mockus se integra con los otros dos alcaldes que forman el grupo mas reconocido en la transformación del panorama urbano y social de Colombia: Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón.
Ellos cuatro, con Mockus a la cabeza, se han encontrado en las redes sociales con los electores a razón de 16.000 internautas por día, el crecimiento mayor en las ultimas semanas en Facebook y Google. Pero se encontraron con una ciudadanía calificada que hasta finales de febrero pasado y en los últimos cuatro años estuvo callada sin expresar sus valores y anhelos políticos y sociales y que finalmente se identificó rápidamente con el discurso de alguien capaz de decir que subirá impuestos sin perder simpatizantes. No soy blando dice Mockus, soy un duro legal.
Nubia de la Roche.
2 comentarios:
Me encantó el post, gracias por compartirlo.
Ojalá en México se genere un equipo de trabajo como el que tiene Mockus.
Tuve oportunidad de ver un video de la visita de Fajardo al ITESM CCM, y en verdad hace que la credibilidad se renueve en cada receptor.
Esperemos que en su triunfo bien augurado, le cumplan a Colombia, con todo y los vaivenes que conlleve el cambio. Enhorabuena!
Un presidente así es lo único que le falta a Colombia hoy!
Generalmente cuando se habla de Colombia, lo primero que viene a la mente es narcotràfico o guerrilla, pero para nada. Hoy es un país bastante seguro y con Mockus se va a demostrar que hay alternancia política y es una democracia en proceso de consolidaciòn muy avanzado.
En horabuena, esperamos que Mockus llegue al poder.
David Orozco
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