miércoles, 3 de abril de 2013

¿Capital Nacional o Capital Foráneo?

Mi columna, Tintero Económico, que se publica hoy en el Universal

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo con la opinión de la columna. No importa si la inversión es extranjera o nacional. Lo que se necesita para el crecimiento es un marco legal que estipule cuanto puede o no aprovecharse del consumidor, dicho de otro modo que asegure la competencia.
Si la inversión es buena o mala depende de las regulaciones.
Alejandra Enriquez

Unknown dijo...

El proyecto socioeconómico de nuestro país, la Constitución, ya no satisface las necesidades de un país en competencia con el mundo: con mayor frecuencia necesita ser reformada. Los cambios estructurales del sistema internacional y de nuestras instituciones muestran la incompatibilidad de la visión de los redactores de la Carta Magna (hace casi 100 años) con las dinámicas de la economía del conocimiento. La concepción del Estado Mexicano debe ser re-definida.

Anónimo dijo...

Como muchas de las políticas económicas, no hay nada que asegure sus efectos o descarte sus desviaciones hacia un extremo. Así como es mencionado en el artículo, lo importante es el marco legal en que se lleve a cambo la inversión.

Es importante recordar que cada situación es distinta y debe analizarse por separado. Por ejemplo, en el sector de las comunicaciones, debido a la experiencia que ha tenido México hasta ahora, sería adecuado permitir la entrada de capital foráneo para evitar las excesos del mercado actual y se genere la competencia y el desarrollo. Por otro lado, en el sector de los refrescos, sería conveniente favorecer al capital foraneo para hacerlo competitivo y que gran parte de la inversión, en todos los sentidos, se quede en México.

Lo que se necesita es un análisis profundo y adecuado de cada situación para determinar la solución por aplicar. De este modo se necesitan empresas nacionales verdaderamente comprometidos con el desarrollo de la economía, con la prosperidad del país y sus servicios con los consumidores. Al mismo tiempo se requiere invitar empresas extranjeras pero con normas estrictas que no permitan servicios deficientes o que las empresas se aprovechen de los consumidores.

Iván Oliva

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo planteado en la columna. De lo descrito hay que subrayar la parte de que para lograr que realmente se tenga el crecimiento esperado, primero hay que concentrarnos en formar o construir los marcos legales adecuados que darán lugar a una mejor competencia.
Diana Itzel Colín Astudillo

Anónimo dijo...

Si bien es cierto que la procedencia del capital es irrelevante, ¿qué es lo que generaría un desarrollo económico óptimo? Es evidente que, como afirma el texto, lo realmente necesario es proveer de incentivos necesarios a los oferentes para generar mayor competencia y así garantizar la eficiencia y bienestar de los consumidores. La relación que existe entre la procedencia del capital y el beneficio del consumidor es mínima comparada con la cantidad de detalles que deberían incluirse en nuevas reformas para lograr mayor competencia tanto nacional como internacional.

Ana Belén Bárcenas Jiménez

Anónimo dijo...

Considero que la conclusión de la columna es el punto clave, pues así como es mencionado en ella, lo realmente importante no es si la inversión es interna o externa, sino que las reformas deben modificar el entorno institucional y generar reglas adecuadas, además de incentivos correctos, con base en esto podría decirse si la inversión, ya se nacional o extranjera, es buena o mala.

Cristina Linares Pavón

Anónimo dijo...

Efectivamente, como sugiere la gran mayoría del gremio académico, las bases y mecanismos institucionales son cruciales para el fortalecimiento de los intereses nacionales. Además, el éxito de la toma de decisiones, en especial las importantes, depende de la calidad de la información considerada. Por ello, es necesario fomentar, con recursos nacionales si es necesario, la investigación y los debates de mejoras institucionales.
Respecto al dilema de la inversión, las posturas radicales no aportan mucho al debate. Ambas posturas —nacionalistas y liberales— tienen argumentos validos, pero también errores. Al parecer, lo mejor es un equilibrio entre capital foráneo y nacional.
Resulta una nota interesante porque induce a la critica, al debate y al análisis en la identidad social a la que tanto le hace falta.

David Morales Ruiz

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con la conclusión expuesta en la columna. Sea capital nacional o foráneo, si la inversión no se desarrolla de manera adecuada, bajo los marcos institucionales y los objetivos adecuados, los beneficios serán pocos o nulos para los consumidores.

Es necesario generar un marco institucional adecuado y los incentivos necesarios para poder generar mayor competencia y eficiencia, para de esa manera beneficiar a los consumidores. Pero siempre tratando de encontrar un punto de equilibrio donde no se vea perjudicada la economía local.

Diego Balam Sánchez Espinosa

Anónimo dijo...

Aunque lo importante es la solidez institucional para que el capital extranjero como el nacional funcionen como motor de crecimiento económico, también creo necesario definir el nivel o cantidad de capital extranjero, en el cual no se esté arriesgando o comprometiendo la economía de un país.

Jesús Elías Ruiz

Anónimo dijo...

concuerdo con la conclusión. Debido a que la inversión si es nacional o extranjera no importa, ya que brindan los instrumentos necesarios para aumentar la producción del país. Que la forma y el marco institucional con respecto a la competencia y eficiencia.

Alejandro Jonathan Cruz Martínez

Anónimo dijo...

En su columna me resulto que trajo implícitamente la reforma energética colación. Pues hay muchos debates de lo que es dejar parte de los recursos naturales a externos, pero la realidad es que mientras no se exploten de manera adecuada dichos recursos tampoco habrá un desarrollo adecuado. Por mí parte creo que toda inversión puede ser buena no importa de donde provenga pues al final beneficia al país y al inversionista.

Carlos Aranda

Anónimo dijo...

Coincido con la columna en que no importa el origen del capital si al final de cuentas el capital no tiene el impacto esperado por las deficiencias en el marco institucional o las leyes que garantizan un buen rendimiento no son obedecidas. Un caso similar es el de la educación, el presupuesto que se destina en México para educación es grande comparado con el presupuesto que destinan otros países de la OCDE en educación. Sin embargo, el impacto que tiene un presupuesto menor en otros países es mayor debido al marco institucional y el legal.
Aline Cossette Aragón Bustamante.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con la opinión de la columna no importa si la inversión es extranjera o nacional. Lo importante es que el mercado va a crecer, así, la competencia y la calidad de los productos también. Esto beneficiará al consumidor.
Raquel Yunoen Badillo Salas

Anónimo dijo...

De acuerdo con la columna, no importa si la inversión es nacional o extranjera, lo que se debe buscar es que el marco institucional busque que haya competencia y que se generen beneficios para el consumidor
Hector Martínez

Anónimo dijo...

La columna es muy interesante, pues siempre existe el debate entre la mejor opción, inversión nacional o extranjera y en defensa por cada uno, jamás se llega a un acuerdo. Creo que la conclusión que propuso es muy acertada, pues antes de querer buscar la respuesta a un problema, es necesario entender el problema y la raíz de este. En México, las leyes no se respetan y tanto los acuerdos nacionales como los extranjeros no cumplen con lo establecido al principio de cualquier trato. Sin embargo, cuando los planes y cláusulas establecidas son presentadas, suelen mostrar una visión de tipo idealista de lo que será la inversión presentada.
Siendo idealista, esperaría que México en verdad se convirtiera en un país en el que podrás confiar, al tener ciudadanos y representantes que acatan las leyes.
Nadia Correa.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con que no es relevante el origen del capital, ya sea nacional o extranjero, siempre y cuando sea legal. Además, lo primordial sería evitar cualquier tipo de monopolio y promover un mercado competitivo para favorecer al consumidor nacional, que es lo más importante.
Aldo Abarca Hernández