Este es una de las ideas que comenta Moisés Naím en esta columna
Las universidades: cuatro mentiras
• Los estudiantes y los profesores universitarios son agentes de cambio social. A veces, sí. Pero lo normal es que sean poderosos obstáculos al cambio. Los académicos suelen ser muy revolucionarios con respecto a la sociedad en la que viven y muy conservadores con respecto a la organización que los emplea. Abogan por el cambio afuera y luchan aguerridamente por impedir que, por ejemplo, haya más competencia entre ellos o sus instituciones. En muchos países, los profesores que alcanzan cierto estatus obtienen garantías laborales que los adormecen —y que no se dejan quitar. Y basta acudir a muchas facultades públicas en América Latina o Europa para descubrir que, salvo excepciones, no son centros donde se premia la excelencia, sino lugares donde los profesores aburren a los estudiantes con el mismo curso a lo largo de los años. O que algunos departamentos son solo nostálgicos cementerios de ideologías fracasadas.
Si bien no eslgo novedoso, sí creo que es un punto interesante de reflexión, sobre todo para aquellos que somos parte de la academia. Así como los académicos pedimos al gobierno que esté abierto a la crítica y sea autocrítico, lo mismo aplica para la academia!!!
1 comentario:
Pero que artículo más malo. Filtra más lo que pones en tu blog.
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