La semana pasada fue muy complicada para Europa y en cierta forma para el resto del mundo, después de que Grecia amenazó con un referendum sobre el apoyo o rescate europeo, poco antes de que iniciara la reunión del G-20. Merkel y Sarkosy se volvieron loquitos y finalmente lograron que Grecia se olvidara de su referendum. Pero la G20 no llegó a ningpun acuerdo sustantivo y el ministro griego aparentemente tendrá que renunciar para dar paso a un gobierno de unidad que continúe haciendo frente a su crisis. Sin embargo, sí se ha sembrado una semilla sobre la posibilidad de que algún miembro de la UE pueda ser excluido de ésta.
Sin embargo, el problema ya no está tanto en Grecia, sino que ahora parece que se está trasladando a Italia. La deuda de este país supera el 120% del PIB. Su gobierno ha adoptado diversas medidas de austeridad, pero aún son insuficientes y la UE presiona por mayores acciones. El gobierno italiano es un caos y su debilidad es creciente, lo que amenaza a una debacle política en ese país, lo que complicaría las cosas. La credibilidad de su gobierno está por los suelos y los mercados han estado castigando su deuda con aumentos sustanciales en las primas de riesgo, que superan un aumento de 400 puntos bases (4%). De continuar esta tendencia en los próximos días, las nuevas estimaciones sobre su solvencia indicarán una incapacidad para cubrir sus pagos inmediatos. Algunos bancos europeos, como PNParibas han estado deshaciéndose de estos papeles italianos. Los próximos días serán críticos y el aspecto político sera crucial.
1 comentario:
El modelo social europeo finalmente será reformado, para bien me parece. Simplemente no es realista tener un Estado que da todos los bienes a sus ciudadanos, edades de retiro de 60 años, sindicatos poderosos, alto salario mínimo, etc... Los italianos vivieron del futuro de sus hijos, pareciera.
Andrés J
Publicar un comentario