La próxima semana, la Junta de Gobierno del Banco de México tendrá
su reunión para decidir sus acciones de política monetaria y la pregunta es si
aumentará su tasa de referencia. Cabe mencionar que la semana pasada, la
Reserva Federal mantuvo sin cambio su tasa de referencia, aunque en su
comunicado señaló que las probabilidades de aumentarla en este año aumentan. Ya
diversos analistas han señalado su posición sobre lo que ocurrirá y en esta
nota doy mi opinión.
En un paper que
publiqué junto con Rodolfo Cermeño y Javier Orellana en el 2012, “Monetary policy rules in asmall open economy: an application to Mexico”, modelamos el comportamiento de
Banxico mediante una regla de Taylor, en donde además de incluir los
componentes tradicionales de la brecha de producto (o desempleo) y de
inflación, incluimos al tipo de cambio real, no sólo en niveles, sino de manera
no lineal. Esta es nuestra conclusión:
“We
estimate a small-scale macro model for the Mexican economy under the New
Keynesian (NK) framework and alternative interest rate rules for Mexico. With
these results we evaluate the performance of the Bank of Mexico against a set
of optimality principles derived in the NK literature. Our system estimation
results show that the Bank of Mexico holds a preference for stabilizing not
only inflation around target, but also acts to achieve an output gap close to
zero. Furthermore, we find that the central bank responds
non-linearly to real exchange rate depreciations. We also find that the central
bank has actively attempted to neutralize demand and supply shocks through
monetary policy that is consistent with the Taylor principle.”
Si soy consecuente
con mi propia investigación, no me queda duda que Banxico aumentará su tasa la
próxima semana en al menos 50 puntos base. El peso ha sufrido una fuerte
depreciación en las últimas semanas.
En lo personal no
creo que sea una buena decisión y creo que poco ayudará. Estoy convencido que
son principalmente factores externos lo que afectan al peso y aumentar la tasa
de interés solo tendrá un efecto de corto plazo.
En la siguiente
gráfica presento los índices TED y VIX (variables utilizadas para mostrar la
volatilidad en los mercados internacionales), junto con las variaciones en el
tipo de cambio (pesos por dólar) y el precio del petróleo. Entre diciembre de
2014 y ahora han existido cinco periodos con fuertes ataques al peso. Quiero
destacar lo siguiente:
(TED: diferencial
entre la tasa libor y la T-bill de USA a 3 meses y VIX índice de volatilidad
del mercado de opciones de Chicago.)
1.
En los
primeros tres, claramente las disminuciones en el precio del petróleo han
jugado un papel importante.
2.
En el cuarto
evento (en abril de 2015), el precio del petróleo aumentó al tiempo que el peso
se depreció y en el quinto, el precio del petróleo prácticamente se mantuvo
constante.
3.
La
depreciación del peso que se ha observado este septiembre no parece responder
al comportamiento del precio del petróleo.
Tampoco creo en lo personal que el efecto del paquete presupuestal
propuesto por SHCPsea relevante. En cambio, creo que la incertidumbre y
volatilidad en los mercados financieros internacionales son más relevantes. Probablemente
el efecto “Trump” en cuanto a su posición negativa al comercio mundial y la
neumonía de Clinton son más importantes. En particular, en la gráfica se
observa un aumento importante en el índice TED y un ligero aumento en el VIX.
Estos últimos no responden al paquete presupuestal de hacienda (¡!) y si a
ruidos en el mercado internacional, alimentados por los típicos efectos manada
de los inversionistas. Hay que recordar que el peso es una moneda altamente
negociada en los mercados internacionales. Es una divisa líquida y se estima
que el volumen negociado es cerca de 130 mil millones de dólares, y esto ocurre
las 24 horas del día. Los inversionistas internacionales lo usan como cobertura
ante cualquier riesgo en los mercados emergentes y los mercados adoptan
posiciones cortas frente al peso. Esto evidentemente afecta nuestra cotización.
Todas las monedas de mercados emergentes se han depreciado, pero el peso en
mayor medida, lo que seguramente se explica por este papel que juega en los
mercados internacionales.
En la misma gráfica
se observa cuando Banxico aumentó su tasa de interés. El 17 de diciembre de
2015 ayudó; el 17 de febrero también ayudó; el aumento en julio fue poco
efectivo, así que considero que si aumenta la tasa de interés ahora, será poco
efectivo el resultado en términos del tipo de cambio y, en cambio, tendrá efectos
negativos mayores sobre la actividad económica real de nuestra economía, que de
por sí ha mostrado un pobre crecimiento.
En conclusión: las probabilidades de que
Banxico aumente en al menos 50 pb su tasa son muy altas, aunque será poco útil
para defender al peso y si provocará efectos negativos en la economía real.