Ayer, jueves 22 de junio, Banxico volvió a aumentar su tasa de referencia en 25 puntos base para ubicarla ya en 7%. Fue una decisión ya esperada por la mayoría del mercado debido a que la misma autoridad monetaria había enviado bastantes "señales" en ese sentido. Sin embargo, esto no quiere decir que haya sido la decisión "correcta" o "adecuada". Yo sigo pensando que es una posición fuertemente de "halcón" por parte del banco central. Mi argumento no es muy distinto de mis últimos posts así que no lo repetiré en detalle.
De nueva cuenta hago referencia a principio básico de la teoría monetaria moderna, y que explico con más detalle en esta nota. En general, la decisión para modificar o no la tasa de referencia depende de que ocurre con las condiciones de la demanda agregada (brecha de producto), los choques de oferta, la desviación de la inflación respecto a la meta y las expectativas inflacionarias. En otro paper he argumentado que en México también depende de los cambios en el tipo de cambio.
¿Qué nos dice el comunicado de Banxico sobre el anuncio de política monetaria de ayer?
Por el lado de la demanda
"De esta manera,
no se aprecian presiones significativas sobre los precios provenientes de la demanda agregada. El
mercado laboral parecería ya no tener holgura, aunque esto no se ha visto reflejado en presiones
salariales de consideración. El balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja, si
bien con cierta mejoría en el margen, debido principalmente a la percepción de que la probabilidad de
que se materialicen los riesgos más extremos ha disminuido."
En cuanto al tipo de cambio:
"Desde la última decisión de política monetaria, las condiciones en los mercados financieros nacionales
continuaron mejorando. La cotización del peso redujo su volatilidad y registró una apreciación
considerable."
En cuanto a los choques de oferta, estos si han ocurrido. De hecho, aunque no los clasifica de esta forma el comunica, claramente estos soon choques de oferta.
"La inflación ha continuado con el proceso de ajuste ante diversos choques, tales como la depreciación
de la moneda nacional desde mediados de 2014, la liberalización de los precios de los energéticos al
inicio de 2017, así como el incremento del salario mínimo en enero pasado. En adición a ello,
recientemente se presentó un incremento en las tarifas de autotransporte y los precios de algunos
productos agropecuarios subieron más de lo anticipado. Así, la inflación general aumentó, aunque a un
menor ritmo que en las quincenas pasadas, alcanzando en la primera de junio un nivel de 6.30 por
ciento."
De acuerdo a la teoría, generalmente estos choques son temporales (como lo ha reconocido el mismo Banxico). La recomendación en este caso es NO responder con el instrumento (tasa de referencia), a menos que se considere que se afectan las expectativas inflacionarias y provocarían efectos de segundo orden.
Pero en el tema de expectativas, el comunicado es poco claro.
"A pesar de que la simultaneidad y magnitud de los choques temporales han afectado a la
inflación y a sus expectativas de corto plazo de manera importante, la política monetaria que ha
implementado el Banco de México ha contribuido a que las expectativas de inflación de mediano y largo
plazo se mantengan estables; es decir, ha conducido a que, hasta el momento, no se hayan presentado
efectos de segundo orden en el proceso de formación de precios en la economía. En particular, las
expectativas de inflación continúan reflejando un aumento temporal en la misma. Así, mientras que las
del cierre de 2017 se ajustaron al alza, aquellas de mediano plazo se mantuvieron por debajo de 4.00
por ciento y las de largo plazo en 3.50 por ciento."
Y concluye que:
"Dada la actual postura de política monetaria, se considera que el balance
de riesgos para la inflación es neutral."
Entonces, si no hay presiones de demanda, si los choques de oferta son temporales, si las expectativas inflacionarias de mediano y largo plazos (las relevantes) están ancladas, ¿por qué aumentar la tasa?
Cabe recordar que la acción de política monetaria lleva tiempo en actuar sobre la economía real, y solo impacta a las tasas nominales en el corto plazo.
(Por cierto, Banxico siempre ha tenido una posición "halcón" en promedio. Se menciona que esta tasa de 7% sólo se vio a principios del 2009, cuando estábamos en recesión!!!!)
El aumento se justifica a menos que en realidad piense la Junta de Gobierno, que las expectativas de m y l plazo No están ancladas y si se registran ya efectos de segundo orden.
O como dirían los malvados, en su camino al BIS, el Gobernador quiere mantener una imagen de "halcón" fuertemente comprometido con la inflación?
(Por cierto, la decisión no fue unánime y aunque los comunicados y minutas en México no incluyen nombres (como sí sucede en la FED), mi impresión es que el disidente fue Díaz de León, mostrando una posición más hacendaria. Pero sólo es mi impresión.)
En conclusión, no creo que fuera necesario aún aumentar nuevamente la tasa, a menos que no tengamos toda la información relevante como sí lo tendría la Junta de Gobierno.